EL INMORTAL

Por Pucho Oroza

Varadero.- Martin Dihigo es el mejor pelotero cubano de todos los tiempos y uno de los más grandes jugadores que haya tenido este deporte en el mundo. Nacido en Matanzas, fue un pelotero cinco herramientas, capaz de jugar bien todas las posiciones en el terreno de juego, dirigir, correr, lanzar y batear.

A pesar de su calidad y versatilidad, la barrera racial le imposibilitó jugar MLB. No obstante, su historial y resultados le hicieron un hueco en la inmortalidad: dos veces líder en jonrones en las Ligas Negras norteamericanas, más de 100 victorias como lanzador entre las Ligas profesionales de Cuba, México y Estados Unidos.

A su palmarés cuenta el primer partido sin hit ni carrera de la Liga Mexicana, en 1937 y un año después se convirtió en el primer lanzador en conseguir la triple corona (18 Ganados — 2 Perdidos, 0.90 de efectividad y 184 ponches) y también se llevó el título de bateo (387 de average). En 1942 volvió a obtener la triple corona de pitcheo en la Liga Mexicana (22–7 / 2.53 / 211). Un fuera de Liga, un pelotero excepcional.

En la base de datos de las Ligas Negras en seamheads.com, a Dihigo se le acredita un promedio de bateo superior a .300, un slugging mejor de .500 y 110 jonrones de por vida, incluyendo el tiempo que pasó en Latinoamérica. Mientras tanto, el Salón de la Fama del Béisbol lo acredita con más de 260 triunfos como lanzador.

En 1977 fue exaltado al Salón de la Fama de Cooperstown, siendo el primer cubano en el olimpo norteamericano, además, es el único en estar exaltado en los Salones de la Fama en Cuba, México, Venezuela Y República Dominicana. Incluso, fue cuatro veces MVP de la Liga Profesional Cubana y dos All star en las Ligas Negras norteamericanas.

El Maestro, el Ídolo de miles y miles de aficionados, el hombre generoso, sencillo, el cubano que comenzó el camino en Cooperstown. Buck Leonard le dijo a Holway para Blackball Stars en 1988: «Si él no es el mejor, no sé quién es. Toma tus Ruths, Cobbs y DiMaggios. Dame a Dihigo».