ES HORA DE COSAS SERIAS

Berlín.- Cada cierto tiempo (y últimamente cada vez con mayor frecuencia), se vuelven virales entre los cubanos, cosas muy tontas, sensibleras y algunas hasta peligrosas. E inmediatamente después se hacen virales las críticas a las llamadas «distracciones».

Ejemplos sobran, menciono sólo algunos que me vienen a la mente ahora mismo: el pagador de promesas, Yarelis y Lázaro, el challenge de los cuchillos, Limay con su no policía-no política, Yotuel con su ambición ilimitada, el infeliz pianista que no quiso ser viral, es una persona talentosa y enferma, eso está claro para mí, sólo que el circo que se ha formado alrededor de él, toma a veces aspectos denigrantes para su persona.

De los chismes entre opositores ya estoy harta de hablar y no voy a repetirme.

¿Por qué hay tantas personas de neuronas holgazanas consumiendo y reproduciendo toda esa chatarra digital, chismes incluídos?

Por qué hay tan pocas (comparativamente) que quieren saber de los presos, de las mujeres y niños asesinados, de los desaparecidos y de la lucha por la libertad?

Es sencillo: lo estamos haciendo mal, estamos quejándonos y no estamos actuando. Estamos, con nuestras quejas y ataques, haciendo aún más viral en las redes, los temas arriba expuestos.

Escribamos, hablemos, denunciemos, pintemos, cantemos, gritemos, con el alma los temas que nosotros queremos hacer virales.

Hagámoslo de ser posible, juntos. Dejemos las consignas, las acusaciones, el chucho pesao e irrespetuoso.

Y si no podemos crear, reproduzcamos el contenido de calidad que hacen los otros con los que compartimos sueños.

Hay gente muy seria que trabaja desde hace años con mucha responsabilidad en los temas que afectan a la sociedad cubana y contra la dictadura. Gente proactiva y su trabajo no es viral. Pero nos dejamos llevar por la corriente de quejas y no avanzamos.

De la falta de solidaridad con los cubanos que lo han arriesgado y perdido todo por la libertad de la que somos tan fanáticos y nos golpeamos el pecho de pura pasión hablando de ella, mejor ni hablar. Es demasiado doloroso.