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EL GOBIERNO CUBANO Y EL ARTE DE HACER DAÑO

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Por Jorge Menéndez ()

Cabrils.- Al gobierno cubano, desgraciadamente, le importa tan poco el bienestar de su pueblo que,  a pesar de la situación imperante, se ha convertido en algo así como un pulpo dañino.

Ya sabemos que la situación del deporte nacional está de tal manera que ahora, cuando se juega la final de la Serie Nacional entre Pinar del Río y Las Tunas, no dan deseos ni de ver los partidos, por muchas razones, entre ellas bajo nivel.

La situación es la misma, o peor, en otros deportes, por lo cual los deportistas de alto rendimiento emigran en busca de poder desarrollar su talento en condiciones y ganarse la vida lo mejor que puedan.

Tenemos varios casos en triple salto, como el de Pedro Pablo Pichardo, que ha ganado medallas olímpicas representando a Portugal. Y no es el único caso. Según mi información, en París competirán más de 20 cubanos en representación de diversos países, algo así como casi la mitad de la representación cubana a la lid estival.

Hay dos casos notables: el del campeón olímpico de canoa Fernando Dayán Jorge y el pesista Ramiro Mora, quienes formarán parte del Equipo Olímpico de Refugiados.

El gobierno cubano es consciente de la notoriedad del primero, al ser ya campeón olímpico, y sus grandes posibilidades de volverlo a ser en París.

Esto traería una connotación muy especial por representar a refugiados y no a Cuba, poniendo en el mundo olímpico la interrogante de por qué tan afamado deportista no compite por su país, como muchos otros.

El gobierno cubano está exigiéndole, por activa y por pasiva, al Comité Olímpico Internacional que lo retiren de la competición.
Entonces, me pregunto si no tiene el gobierno cubano cosas mas importantes que hacer, o si es tanto el odio a los que disienten del gobierno que ni siquiera los quieren ver competir.

¿Hasta dónde llega la envidia hacia los que un día le dijeron al gobierno ‘aquí te quedas’?

Incomprensible y desgraciadamente, pero el gobierno de Cuba, putrefacto de mente como está, no concibe una alegría de un cubano libre ni en el deporte.

En eso radica lo absurdo de todo lo que dicen y hacen. Esa es la base del precipicio adonde vamos cayendo poco a poco y de donde no podremos salir nunca, mientras impere esa mentalidad absurda en la mafia corrupta que nos dirige.

Jamás he visto yo una reclamación al Comité Olímpico Internacional por parte de ningún gobierno por motivos similares.

El gobierno de Cuba es maligno y como tal practica el arte del mal.

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