
EL DUQUE HERNÁNDEZ, EL TALISMÁN DE LA POSTEMPORADA
Por Pucho Oroza
Varadero.- Orlando Hernández, El Duque, es el nacido en la Isla con más participaciones en Clásicos de Otoño con cinco, el más ganador con cuatro Anillos de Serie Mundial y, en general, está ubicado solo detrás de un pequeño pelotón con cinco triunfos, compuesto por Mariano Rivera, Jorge Posada, Luis Sojo y Ramiro Mendoza.
Lo más interesante es que El Duque, junto con Joe DiMaggio, es uno de los dos únicos jugadores en jugar en la Serie Mundial en sus primeros cuatro años de carrera.
Debutó en postemporada, en el juego cuatro de la Serie de Campeonato de 1998 contra los Indios de Cleveland, lanzando siete entradas sin carreras carreras y tres hits. Ganó su primer juego y también el juego dos de la Serie Mundial ante los Padres de San Diego con otras siete entradas, permitiendo una carrera. En 1999 lanzó cuatro juegos en playoffs, ganando tres, sin derrotas, incluido el juego uno de la Serie Mundial ante los Bravos.
En el año 2000, en el juego seis de la Serie de Campeonato, a pesar de ser el peor juego de su carrera en playoffs, ganó y llegó a ocho victorias sin derrotas y acumulando hasta ese momento un PCL extraordinario de 1.90 en 10 juegos de postemporada.
Su primera derrota vino en el juego tres de la Serie Mundial ante los Mets. En el 2001, los Yankees perderían la ventaja de 3-2 frente a Arizona, que remontaria para terminar ganando a los del Bronx por 4-3. El Duque también ganaría en 2005 lanzando para los Medias Blancas.
En total, en postemporada, ganó nueve juegos y perdió tres, con 19 juegos jugados, de ellos con 14 aperturas, en 106 inning permitió 30 carreras para un PCL de 2.55, con 55 boletos y 107 ponches recetados, promediando cada nueve inning unos 9.08 estrucados.
El Duque fue un extraclase, que demostró al mundo su calidad, y que, además era un talismán para las postemporadas.