EL DÍA DE LOS DEPRIMIDOS

Por Victor Ovidio Artiles ()

Caibarién.- Seguimos con la distribución diaria de los homenajes. Como se celebra cualquier cosa, hoy toca celebrar el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión y el Día Mundial del Sticker. Desde que se supo la noticia, no han parado las celebraciones. Nosotros, con el índice de deprimidos por habitante por los cielos, nos hemos pasado el día de fiesta.

Sobre las diez de la mañana, fui llamado para recibir un reconocimiento al ser seleccionado Deprimido Vanguardia Nacional. Después de derramar algunas lágrimas de cocodrilo deprimido, agradecí al tribunal por reconocer mis méritos.

Me emocionó mucho cuando la Secretaria General del Sindicato de Trabajadores Deprimidos, Dolores Lloró Amargo, me entregó el premio consistente en una lágrima tallada en pinotea… preciosa. Casi me deshidrato en llanto.

Tuve que improvisar el discurso en el acto de recibimiento del premio. Hice, entre pucheros, un recuento de las causas de mi depresión y el público asistente se rajó en llanto.

Pude darme cuenta que la compañera Dolores se mantuvo fuerte todo el tiempo lo que me lleva a dos conclusiones posibles: no está deprimida o es muy fuerte de carácter.

Una vez finalizado el acto, me dediqué a abrazar a unos cuantos que estaban peor que yo. Les di palmadas pero no logré decirles palabras de aliento por temor a hacerles más daño.

Saliendo por la puerta del teatro, encontré a un colega de estudios, conocido desde aquellos años como Isabel Santos por su facilidad para llorar por cualquier cosa, quien trabaja como portero del lugar.

Al preguntarle cómo le va la vida, se me ha tirado al pecho y los mocos casi me llegan a las rodillas. Cogí un aliento y decidí regalarle mi premio.

Siempre habrá alguien más deprimido que tú. Lo del día de los Sticker se los dejo a ustedes.