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Por Jorge Menéndez ()

Cabrils.- El gobierno cubano hace un llamado a los jóvenes para que estudien Medicina. Lo acabo de leer y me parece una medida desesperada, otra más, del castrismo.

Ese llamado es una secuela del derrumbe paulatino de su sistema de salud. Primero de su base material y equipamientos, y después de hospitales enteros, y de la base médica sin medicinas.

Por último, es consecuencia del éxodo de galenos a otros países en busca de un salario acorde con sus estudios.

Las cuentas están claras: entre los médicos que exportan como mano de obra barata y los que se van, avizoran una hecatombe en sus millones por servicios médicos.

Curiosamente, intentan lo mismo que un día con aquellos maestros emergentes: apuran su formación, solo que en una especialidad compleja y con muchísima responsabilidad.

Para conseguirlo, están bajando las exigencias a 90 puntos de promedio entre décimo grado y el primer semestre de duodécimo.

Es una muestra clara de que el sistema ya entró en una espiral de descomposición que comienza a afectar los cimientos de su negocio de exportación de médicos, lo que en realidad les interesa.

La crisis, el caos…

Hay descontrol total en Cuba: el turismo, por más hoteles que construyen, cae en picado, por el mal servicio, por la alimentación precaria…

Y también, sobre todas las cosas, porque la gente va a ver la belleza y la historia de un país, y tropieza con situaciones penosas, de miseria infinita.

La zafra azucarera ya no existe. Los centrales desaparecieron de un plumazo por el abandono y la desidia del gobierno, y las tierras de cultivo tienen otro dueño, el marabú.

El otro arrebato del gobierno ante el descalabro del sistema eléctrico, fue acogerse a los regalos de China y construir parque solares por doquier.

Saben que esto no resolverá absolutamente nada la situación, quizás la atenuará durante las horas de sol, pero no es una solución real a un descalabro tan grande.

El transporte es otro de sus quebraderos de cabeza. Se buscan soluciones y se pone dinero para el turismo en cuanto a carros de alquiler y buses turísticos. Solo eso.

El transporte nacional es casi inexistente por la desatención del Estado, que insiste en acapararlo todo, sin poder.

En medio de este caos generalizado, los gobernantes cubanos acuden a soluciones poco pensadas, de emergencia, sobre la marcha, como esto de los médicos.

El colapso total está más cerca y pronto ya no habrá lugar para la improvisación.

El socialismo de Fidel Castro está jodido y lo más curioso es que fueron ellos mismos los que cavaron su tumba.

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