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Por Manuel Viera ()
La Habana.- Hace 24 horas respondí a un post en el que preguntaban por qué cada vez que hay un caso de corrupción, aparece un un comunista involucrado. Me pareció un buen tema a tratar.
El delito en sí se refiere al mal uso por parte de un funcionario, tanto de sus funciones como de los derechos que se le otorgan. O sea es un delito que requiere que se ocupe un cargo de funcionario o cuadro.
En Cuba para llegar a esos cargos tienes que identificarte con el comunismo. Es prácticamente obligatorio. Si no permites que te hagan un proceso de crecimiento al PCC, el cargo no es para ti. Lo viví personalmente durante mis años de abogado y finalmente terminé proscrito por negarme a ser comunista y pensar de otra manera.
No voy a decir que son todos los comunistas. Conozco algunos muy convencidos que han defendido el comunismo y se han ido de este mundo con menos de lo que vinieron. Eso sí, comunistas convencidos de sus principios, cada día son menos y cada día son más escasos, por más códigos de ética que se inventan.
Se puede ser casi absoluto y decir que prácticamente todos los casos de corrupción, en la Cuba actual, implican a un militante del PCC. Pero, ¿por qué pasa con tanta frecuencia y parece una enfermedad incurable? Porque el comunismo prevalece y mantiene metidas las patas en cada esfera de la vida, incluida la administración, la economía y el sector productivo y mercantil, incluso convirtiéndose en el mayor freno al crecimiento y el bienestar.
Pasa porque ir contra un comunista es una batalla difícil y hemos aprendido que, por más que los veamos vacilar y robar, es preferible callar para no ser molidos por muchos de ellos que finalmente terminan cubriéndose unos a otros.
Sucede porque el comunismo los hace sentir inmunes, se disfrazan de discursos, de buenas acciones, de circo y teatro y lo usan como escudo, mientras cometen fechorías. Casos para ejemplificar abundan a lo largo de 65 años a todos los niveles. Es sencillo de explicar: para robar, desviar recursos y traficar influencias se requiere de un cargo y de recursos económicos y allí siempre es ubicado el flamante militante.
Eso por sí solo explica que aún cuando esa militancia es apenas el cinco por ciento de este pueblo, siempre está vinculada a cada caso de corrupción destapado.
Cuando oigo a personas referir que el bloqueo fundamental es interno, que el bloqueo es el PCC, o que el comunismo es la causa de nuestras miserias, en silencio o no, le otorgo toda la razón pero hay quienes desde su posición de dinosaurios no lo ven así y siguen considerando que ser militante comunista te puede convertir automáticamente en un mejor ser humano.