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Por Jorge Sotero
La Habana.- En Caimanera se cuece algo raro. La seguridad del Estado ya empezó a mover sus hilos y a amedrentar a los familiares de los presos. Están llamando a los padres, hermanos y parejas de los seis presos para decirles que se retracten de las declaraciones que dieron a la prensa independiente, como única condición para intentar rebajar las condenas que caerán sobre los que apresaron.
El modus operandi es el mismo que usaron en Nuevitas hace unos meses. Alguien de la familia aparece en televisión y dice que a su hijo le pagaron para que saliera a la calle a manifestarse. Luego sacan al hijo, cual si estuviera drogado o bajo los efectos de fuertes alotrópicos, flaco, demacrado, con la mirada perdida, y lo hacen recitar un guión aprendido, para no darle 20 años de prisión, sino solo 12.
Alguna madre puede caer en la trampa. Y algún preso también. Porque el objetivo es hacer ver que las protestas en Cuba están controladas desde fuera, manipuladas más allá de las fronteras, sobre todo desde Miami, desde donde, supuestamente, sale todo el dinero para costear a todo aquel que se manifieste en la isla contra la dictadura.
Hasta que ellos no consigan que Humberto López y el conductor de Con Filo tengan materiales para demostrar que la protesta no es legítima, no pararán. La maquinaria represora hace ahora su trabajo, muchos días después de que los Boinas Negras hicieran el suyo, y maltrataran bestialmente a los que encabezaron la manifestación de miles de habitantes de Caimanera, y no tres borrachos, como dijo uno de los dirigentes comunistas en la madrugada del día de la revuelta.
La maquinaria comunista está trabajando. Y eso significa que no se detendrá hasta conseguir sus propósitos. Y no les interesará que, para conseguirlo, haya que utilizar a ancianos o niños, que chantajear y amenazar, humillar y amedrentar. Tampoco les interesarán aquellas palabras de Rubén Remigio Ferro, el presidente del Tribunal Supremo Popular, quien dijo después del 11 de julio de 2021, que protestar era un derecho que daba la Constitución.
https://www.youtube.com/watch?v=ObPdMcQiw4E
En Caimanera no dejan trabajar a los abogados que quieren trabajar, que no son muchos, porque la profesión en Cuba se ha devaluado tanto que no vale la pena contratar a ninguno para que te defienda en situaciones como estas, porque jamás lograrán probar tu inocencia. El sistema judicial cubano está secuestrado por el Partido Comunista y la seguridad del Estado, que hacen y deshacen a su manera en cada uno de los procesos, sobre todo en los vinculados a las protestas contra el gobierno castrocomunista.
Con los jóvenes de Caimanera harán lo mismo que hicieron con los del 11J: largas condenas, cárceles infrahumanas, violaciones de todos los derechos elementales, acoso a las familias, amenazas para que se vayan de Cuba los que no están presos, e intentos de deslegitimar las protestas para hacerlas parecer como no autóctonas, sino pagadas y manejadas desde el exterior.
Ya el castrismo no sabe qué hacer. Cada día se le agotan más sus artimañas y se vuelven más crueles y vulgares, y cada vez se alejan más de un pueblo cansado de todo, pero sobre todo de vivir con una bota puesta en la cabeza, y pasando hambre y necesidades miles.
Hoy, todos tenemos que ser Caimanera, y estar del lado de los valientes que le pintaron la cara al régimen durante el levantamiento popular del 6 de mayo pasado.