EFERENCIA

Por Gretell Lobelle

Mantilla.- Me gusta Linkedin. En Facebook, todo el mundo critica, opina, sabe o tiene la verdad absoluta. Se dice incluso «alma mía»… Es la tribuna perfecta para quienes, allende los mares, nunca dejaron el CDR. Aquellos con un deseo frustrado de buena singa’, de ser el responsable de vigilancia, aún estando en un container hacen tres comidas abundantes y tienen su sex shops. Todas las hambres en tierra libre deberían estar saciadas.

Aquí, todo el mundo opina y se ven gallitos. Por eso, ves a escritores con una semántica y gramática perfectas, esos que comen tapas con Borges y Saramago, hablando de Padura y su postura o no postura. Gente que no aguantaría un trompón en Mantilla.

Sí, hablo de tópicos viejos, de dolor, frustración y envidia que es en un final la enfermedad de tantos cubanos. Hay artistas, intelectuales y obras que ni en sus mejores sueños la gente gastaría un emelec o un dólar por comprarles. Y aquí, en la tierra de la falta de comida, donde un dólar vuelve loco al más pintado, la gente ha gastado su dinerito en Nardito. Pero nada, Nardito es para el vulgo, no para aquellos que comen tres veces al día o para los escritores de sujeto, verbo y predicado con subordinadas perfectas. Gente que esperó irse de Cuba para hablar de gobernantes, puntos falta ‘e jebas, jebos, joseadores de bandejas en beca.

Así vamos con todo, porque hay una necesidad enfermiza de que se diga lo que quiere oír el otro o que se asuma una posición. Lo importante es «la verdad y la razón» de los de una posición u otra. Ya es obligatorio tener una postura con relación a Cuba. ¿Posición de qué? (No me sale de la papaya ningún extremo, ¿qué te parece?)

Ahora Maduro y la otra… ¿también hay que hablar y posicionarse sobre lo que ni conoces? Para mí son la misma morronga. Yo nunca le diría a una madre que mande a su hijo a la calle a luchar por la democracia, cuando a los míos los puse a buen recaudo. Al final, lo que yo piense, no representa ni fi ni fo. Me prometí no hablar de lo que no me es cercano; disgustos estériles cuando la casa de uno es porquería y basura de cabo a rabo.

Vengo de decepción en decepción. Ya me retorcí al ver cómo se ponen las/los filántropos y ayudadores de las minorías mientras aseguran su melón o juegan al poder otorgado por el estado o por un grupo posicionado y deciden a quién sí y a quién no ayudar. No se salva en este ẹbbó ninguna de las partes.

He sido demasiado “punto” en este tiempo y, sinceramente, no me gusta ser ni estar de punto. Por eso, en esta limpieza van a entrar hasta las zonas calientes, clústeres y conexiones (método de inferencia) también se van. Me son vomitivos los azuzadores de muros; plantillas sin pago de la SE deberían ocuparse más de ser felices, dejar su misoginia y machismo; y de paso comprarse pastillitas azules.

En fin, hoy estoy retorcida y en un grado poco habitual. Con casi 50 me asiste la impertinencia con un «dalepalapinga» fluido. Una no está para limitarse tanto, dar explicaciones y encima asumir la postura que el otro entienda. A veces hay que decirlo como es. Saber que pueden ir tranquilos, una se comporta bien, pero les sabe lo que no le importa. A diferencia de algunos, yo soy una hembrita o un marchito, da igual el significante.

No me escriban por interno. Yo vivo como puedo más que como quiero. Me sumo y apunto a la causa que me dé la gana. Me disciplino muchísimo para no ir a otros muros a comentar. Con la opinión de otros, uso mesura y educación de lo que pienso. Ahora, en mi espacio declaro lo que me salga del mismísimo arco de triunfo.

Limpio y hago ẹbbó de muro; para eso los yorubas criollos me reconocen como santera. Hace rato que más que un «sistema» me afecta el asco en el que muchos se han convertido. ¿Consecuencia? Sí, pero los hay ya cepillados en continentes y con la misma o más peste a mierda. Reitero: ante, bajo, contra, de, desde, en, para, por, según, sobre, con Cuba… se pueden quedar con toda esta pinga.

(De paso revise lo insano y lo sano)