ECONOMÍA CUBANA: ¿EN RECESIÓN, CRISIS O DEPRESIÓN?

Por Pucho Oroza ()

Varadero.- El análisis de la situación actual de la economía cubana para cerrar el 2023, se ha hecho público en las últimas horas: «No resulta posible alcanzar el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) a precios constantes que nos propusimos de un 3%, es posible que tengamos este año una contracción que pudiera moverse en el entorno de un 2%».

La economía cubana creció 1,8% en 2022, luego del desplome del PIB en un 10,9% en 2020, en el contexto del covid, y una ligera recuperación de 1,3% el siguiente año. Pues en este 2023, no habrá crecimiento sino contracción.

¿Las causas? Las «fuertes limitaciones» que Cuba ha enfrentado en la disponibilidad de divisas y de combustibles, inflación incontrolable, disminución en la producción agropecuaria principalmente, seguida por la manufactura y otros sectores, así como por la emigración de la mano de obra, creando un «complejo escenario», fueron algunas de las esgrimidas.

La realidad es una, un país que no produce bienes y servicios y suple sus carencias con la importación, deriva en una balanza comercial desfavorable.

En 2023, las exportaciones fueron inferiores en 770 MMUSD con respecto a lo planificado, quizás relacionado a la baja producción que sólo, en viandas, maíz, carne de cerdo, leche y huevos, disminuye con respecto al 2022, y ya el año pasado (2022), la producción de carne de cerdo en pie se cumplió al 18.6%, el arroz para el consumo total al 19.4%, la de huevos para el consumo al 67.5 % de lo planificado.

Y es que, la estructura de inversión, tampoco ha dado resultados, entre el 2017 y el 2022, entre todos los sectores productores de bienes alcanzaron a un 20% del total de la inversión del país en ese mismo período, mientras el sector inmobiliario recibió el 50,4% de toda la inversión, sobre todo en la construcción en el sector del turismo, y en 2023, a pesar de que se crece en números de visitantes con respecto al 2022, no se alcanzaron los 3.5 millones de turistas proyectados, una apuesta que aún no da resultados.

El sistema empresarial cubano, que representa el mayor porcentaje dentro de los actores económicos de la Isla, poco aporta productivamente, además, en una competencia desigual, tanto entre el mismo sector, como con el sector no estatal. Y es que, a las empresas, como promedio, solo les queda alrededor del 27 % de sus ingresos, de los cuales la mitad debe ser distribuida entre sus trabajadores; mientras que cualquier esfuerzo de inversión, modernización, investigación e innovación debe ser solventado con el 13 % restante. Esto deriva en deterioro, dando como resultado que en solo 56 empresas (2,3 % del total de empresas estatales) se concentren el 80 % de las utilidades y que 587 empresas (24,5 % del total) se encuentran en pérdidas o con rentabilidad por debajo de los dos centavos.

Al no existir producción, la demanda no está satisfecha, y los precios se elevan. En 2023, la tasa de inflación alcanzó el 30%, que se antoja pequeño, para el cubano de a pie. Según analistas el índice de precios alcanzó los tres dígitos desde 2021, niveles de inflación no vistos nunca antes. Si a eso le sumas un déficit fiscal insalvable, las condiciones son peores. Y es que, en otros países, pueden compensar estos déficits, creando productos con precios superiores y así recuperas, pero en una economía que su principal problema es la no producción… Es imposible.

De mantenerse esa tasa promedio anual, de aquí a siete años, en 2030, se alcanzaría un ingreso por habitante de sólo un 14 % (697 CUP) mayor que este año que termina. Es algo que parece insostenible, sobre todo por la inflación, que puede llegar a convertirse en la temida estanflación, dejando secuelas muy duras en la mesa del cubano.

Si tenemos en cuenta que para estar en recesión basta que una economía registre dos trimestres negativos con PIB negativo, que se habla de crisis cuando las dificultades económicas se prolongan en el tiempo y producen efectos también en la estabilidad financiera del país y que si la recesión es muy intensa y duradera se llega a la depresión económica, el punto más bajo del ciclo económico, ¿cómo definirías la situación actual de la economía cubana?