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Por Mkc Cerralvo
Santa Clara.- Muchas veces se trata de «demonizar” al privado, al cuenta propia, al dueño de una Mipyme. Si tiene motorina, un carro, varias casas, cómo viste, viaja, la vida que lleva y los gastos que hace…
Al fin y al cabo, su negocio, más claro o no, es con su dinero… ese realmente no me preocuparía…
Pero sí pienso en algo: ¿Cuál es el salario de un directivo, de un director o gerente de empresa? Esos que se dicen «comunistas y revolucionarios». ¿Y tiene una vida tal o superior a la de un negociante privado?
Un dirigente o director de empresa, que gane ocho mil, diez mil, quince mil o veinte mil pesos, por poner un salario alto, viendo como se vive hoy en Cuba, me pregunto: ¿Cómo puede tener el refrigerador lleno?¿Cómo pueden comprarle zapatos y teléfonos a sus hijos? ¿Cómo puede vestir bien? ¿Cómo puede desayunar con leche y con pan? ¿Cómo puede tener y mantener una vivienda con comodidades? ¿Cómo tantos pueden pasear y darse una vida cual ricos? ¿Cómo muchos además pueden invertir en negocios privados, que luego son suyos? ¿De dónde sacan el dinero?
El particular lo hace con su dinero, con el del su negocio. Entonces, que me expliquen bien cómo un salario estatal alcanza para eso, y no a mí, a muchos que no les da ni para vivir, ¿cuál es el secreto para que muchos puedan con su “salario estatal” llevar también una vida de dirigente? ¿O es que estos supuestos «Comunistas y Revolucionarios» sacan agua de otro pozo…?
Cuidado, que un directivo de una empresa o un cargo de gobierno en este país son servidores públicos y no manejan su dinero como los privados, sino el del pueblo; y supuestamente deben rendir cuentas de eso.
¿O algo está funcionado mal?Y muchos se aprovechan de que precisamente «algo esté funcionando mal»
Y así estos mismos funcionarios y directivos “demonizan” y quieren que se critique el sector privado, que se investigue cómo se enriquecen y mandan todos sus «inspectores» para allá.
Cuando a mí me parece que se apunta al lugar equivocado, y que los verdaderos demonios son otros.