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Por Hermes Entenza ()

Nuremberg.- Se te acabaron los viajecitos a «la yuma». Ibas a las calles de New York a gritar consignas abstractas contra el país que te dejó entrar, a vociferar, utilizando los derechos de manifestación popular que le niegas a tu pueblo.

Te anotaste otro puntazo, nunca había sucedido algo semejante.

Hasta ayer, 11 de julio, armaste una campaña «triunfalista» contra el estallido social del 2021, y lejos de fomentar el diálogo con un llamamiento a sembrar juntos un jardín llamado Patria, llenaste las calles de militares temiendo otro estallido. Tienes en prisión a cientos de cubanos por gritar libertad y exigir sus derechos a la protesta refrendados en la Constitución.

Asere, pensar de que todo pudo ser de otra manera nunca estuvo en tus planes. Un entendimiento nacional, un diálogo, un llamado a la redención de cada ciudadano nunca ha sido tu derrotero.

Confundiste Patria con Gobierno, País con Ideología, y eso te ha costado el llevar sobre ti la estampida de un millón de cubanos en dos años.

Nunca aprendiste a jugar a las casitas con tu pueblo, solo te gusta el boxeo, y con el pueblo no se boxea, más bien, se acaricia y se mima; pero tú lo acusas de odiador y mercenario porque sale aturdido a pronunciarse, sin alimentos, sin luz, sin esperanzas por culpa del desastre económico que salió de tu mesa de trabajo.

Te luciste. Ya no puedes entrar a Estados Unidos. Ahora vas a tener que salir a las calles de La Habana a gritar con un megáfono y la pacotilla para tu esposa tendrás que pedirla por SHEIN.

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