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Por Jorge Sotero ()

La Habana.- Miguel Díaz-Canel, el supuesto presidente de Cuba, no deja de hacer el ridículo y sigue con sus cansinos ‘recorridos’ por las provincias, en lugar de centrarse en intentar resolver los verdaderos problemas.

Esta mañana amaneció en Mayabeque. No le importó que Manuel Marrero esté por África, o que Esteban Lazo esté a punto de salir para Rusia. Lo de él es ir a los lugares, para que lo vean y nada más.

Me enteré de su presencia en Mayabeque por el perfil de Facebook de Indira La O Herrera, quien recoge, en una nota mal redactada, o pésimamente escrita, lo que ha hecho El Hombre de la Limonada en aquellas tierras.

Según la referida nota, el Canelo se hizo acompañar por Roberto Morales Ojeda, el secretario de Organización del comité central, y al que están preparando desde hace tiempo para que asuma la presidencia cuando, en 2028, se cumplan los 10 años del actual mandatario.

El mismo modus operandi

No podía faltar la corrupta secretaria del partido comunista en la provincia, Yuniasky Crespo Baquero, quien se ha creído que la mandaron desde La Habana hasta aquel lugar a hacer fortuna, tener otra casa y sexo abundante.

Y tampoco Manuel Aguiar Lamas, el gobernador de la provincia y amante de Yuniasky y unas 300 mujeres más, aunque tal vez me quede corto en el cálculo.

El modus operandi es el mismo de siempre: Díaz-Canel y su comitiva se encuentran en algún lugar con los dirigentes de la provincia, y de ahí van a algún sitio que estos últimos intenten mostrarle. Esta vez una granja avícola en Quivicán.

Llegaron los vehículos, muchos, más de 10, casi 20, saludaron a los trabajadores, caminaron por entre las naves para que la prensa hiciera fotos o filmara, hicieron unas preguntas, cargadas de optimismo, recibieron una respuestas, más o menos en el mismo tono, y siguieron.

Sonrisas, fotos, preguntas y…

Díaz-Canel se hizo unas fotos con algunas, elogió la voluntad de trabajar, se fijó en que muchos lugares estaban recién pintados, y se acordó de que él obligaba a hacer lo mismo cuando era secretario del partido comunista en Santa Clara, pero siguió de largo.

Luego fueron a la «Empresa Resecadora de Tabaco Rubio La Salud, única de su tipo en Cuba», donde «conoció de los planes productivos con un acumulado del 192 por ciento, así como de la labor para producir, desvenar, resecar y comercializar picadura para la exportación y el consumo nacional».

Mientras la ingeniera jefa, Yuliet León Pérez, le explicaba, él estaba pensando en otras cosas. No tiene ideas de cómo funciona aquello, ni le importa, y tampoco le interesa saber qué la materia prima viene de Pinar del Río, o si hay problemas con los salarios, que los hay.

Menos que menos le importa lo de los subproductos, ni de que aquel colectivo sea vanguardia nacional por 18 años, porque eso no da nada ni resuelve nada. Ni a él, ni a los trabajadores, a los que solo les interesa ver cómo, de vez en cuando, se pueden robar una rueda de cigarrillos.

Todo por gusto

Y así seguirán este viernes por otros lugares de la provincia. Tendrán un almuerzo en algún lugar seleccionado, con manjares únicos y luego volverá a La Habana, a su casa, a descansar, para reponer las energías.

Al final, un día perdido, como la inmensa mayoría de los días de un presidente que no hace nada, que no resuelve absolutamente nada, cuya gestión es lastimosa, y que pierde el tiempo en ‘recorridos’ absurdos en lugar de trazar políticas para el país.

Ningún presidente del mundo come tanta m…, ni dedica tanto tiempo a viajecillos a ver lugares donde las gallinas ponen huevos, o donde tuercen cigarrillos, o donde una mujer cosecha calabazas en un lugar donde antes había marabú.

Los presidentes trazan políticas generales, controlan y chequean proyectos macro, no tonterías que nada representan.

Este, el nuestro, no sabe hacer otra cosa. Y como eso es lo único que ha hecho siempre, lo sigue haciendo. Por eso estamos como estamos.

No puedes pretender cosas nuevas cuando haces lo mismo una y otra vez. Y este anormal que gobierna Cuba, se piensa que el país es Santa Clara y que solo tiene que preocuparse por reuniones y verle la cara a las personas.

¡Pobres cubanos!

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