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San Petersburgo.- El impuesto presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, llegó poco después del mediodía de este domingo a la ciudad rusa de San Petersburgo. La visita será de varios días, acompañado de un séquito al estilo Fidel Castro.

El jefe de Estado permanecerá en Rusia hasta después de los festejos por los 80 años del triunfo sobre el fascismo. La actividad central será un desfile en la Plaza Roja de Moscú, el 9 de mayo.

Díaz-Canel, que viajó en uno de los desvencijados aviones rusos de la aerolínea Cubana, encabeza una delegación muy numerosa. Esta es solo comparable con las que, en su momento, asistían a Fidel Castro.

Con el hombre que puso Raúl Castro al frente de Cuba viajaron más de 200 personas. Algunas llegaron con él en la aeronave, y otras arribaron antes en líneas comerciales.

Con el presidente, que fue recibido en el aeropuerto de Púlkovo por Alexander Beglov, gobernador de San Petersburgo, viajaron ministros, viceministros, directores de empresas y asesores. También, un numeroso equipo de prensa y guardaespaldas.

Además, pantristas, chefs, pasteleros, encargados del vestuario, manicure, peluquero, estilistas para atender expresamente a la no primera dama viajaron. Todo eso sucede en momentos en los cuales en Cuba no hay dinero para comprar combustible ni para las ambulancias.

Muchos hombres y muchos gastos

En San Petersburgo, según la página web de la presidencia cubana, la delegación tendrá una «intensa agenda». Esta incluirá visitas a importantes centros científicos del sector de la biotecnología, la energía y la inteligencia artificial.

Díaz-Canel y los suyos no dejarán de visitar el crucero Aurora. Este barco, según la narrativa, fue desde el cual comenzó la revolución de Octubre, la misma que llevó a los comunistas al poder en Rusia, luego convertida en la URSS.

Aunque la página de la presidencia cubana solo dice que «integran la delegación cubana, el canciller Bruno Rodríguez Parrilla; el jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central, Emilio Lozada García; y el ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Oscar Pérez-Oliva Fraga», lo cierto es que esos solo son los más importantes personajes.

Una comitiva con tantas personas no acompañaba a un mandatario de la isla desde que Fidel Castro realizaba visitas internacionales con séquitos enormes. En alguna ocasión, para volver a Cuba necesitaban de hasta tres aeronaves grandes, como una a Suráfrica en tiempos de Nelson Mandela.

Para los que creen que los rusos corren con todos los gastos, alguien del Minrex, que requirió el anonimato, aseguró a este medio que todo va por la parte cubana. Ellos pagan hoteles y todo lo relacionado con la visita del presidente y la ‘flamante’ primera dama.

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