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Por Ramón García Guerra ()

La Habana.- Sabemos que el joven que protesta en Cuba hoy se haya bajo un fuego cruzado y debe de defender el derecho a ser él mismo.

Nada nos hace más feliz que sentirnos a gusto con uno mismo. Parece que eso lo tienen claro los estudiantes universitarios que han optado por el paro estudiantil.

Las agujas de la brújula le marcan un norte: su gente, que es ese pueblo que es él mismo.

Quién le pida que tumbe al Gobierno, díganle que venga él a hacer la tarea por sí mismo. Quién le pida que modere sus palabras y sea comedido, díganle que vaya y meta en cintura a Sandro Castro.

Como le dije en 2008 a los alumnos de 2do, 3ro y 4to años de Arquitectura en la CUJAE, cuando fui a pedirles que concluyeran la huelga que hacían en defensa de mí persona: «Chicos, creo que lo que podían lograr ya lo han logrado. Vuelvan a clases, que han triunfado».

Luego se sabe que después de este paro estudiantil (4Jun, con jota de jonrón) nada será igual en la Isla, como no lo fue hasta hoy desde el 11J del 2021. Porque es algo auténtico. Como son las cosas cuando salen del alma. Que lo sepa el hombre del orden.

Nadie va a olvidar lo que hemos vivido en esta semana. Entonces es que a partir de hoy Dios va a dormir con la pistola metida debajo de la almohada.

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