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Por Yeison Derulo
La Habana.- La historia del pequeño Damir, el niño cubano que lucha por su vida en un hospital de Miami, ha capturado la atención dentro y fuera de la isla. Su madre, Eliannis Ramírez, confirmó este lunes que su estado de salud muestra mejoría, pero con una consecuencia devastadora: perderá la visión debido a una infección intrahospitalaria adquirida en Cuba que no responde a los antibióticos.
Un sistema de salud en la mira
La madre de Damir se mostró contundente al responsabilizar al Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP) por la situación de su hijo. «Es culpa del MINSAP que mi hijo tenga que perder el ojito», declaró durante una conferencia de prensa en Miami, donde también refutó las afirmaciones oficiales que la acusaban de negarse a realizarle pruebas médicas en Cuba.
Ramírez aclaró que si bien rechazó una biopsia en el Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez, sí se la realizaron en el Instituto de Neurología y Neurocirugía.
«El doctor Orestes, que es el director, sabe que se le realizó la biopsia de la lesión de la cabeza y también se hizo otro medulograma en el Instituto, por los doctores hematólogos Gustavo y Martiniano, quienes en menos de 24 horas me dieron el falso diagnóstico de que mi hijo tenía una leucemia aguda en cuarta etapa», denunció.
Las declaraciones de Ramírez ponen en entredicho el funcionamiento del sistema sanitario cubano, que en múltiples ocasiones ha sido criticado por la falta de insumos y por diagnósticos erróneos. La madre insistió en que, a pesar de la precariedad, las pruebas realizadas en Cuba no fueron hechas por negligencia suya, sino bajo presión del sistema.
Solidaridad dentro y fuera de Cuba
Eliannis Ramírez también expresó su gratitud hacia el personal de enfermería en Cuba que la apoyó en el cuidado de Damir, así como a la comunidad cubana que, dentro y fuera del país, ha contribuido con donaciones para costear la atención médica del menor. «En el hospital no había ni gasas», lamentó, subrayando la profunda crisis de abastecimiento en los centros de salud cubanos.
El caso de Damir es una ventana a una problemática mayor: la falta de recursos y el deterioro del sistema de salud en Cuba, que, sumado a la falta de transparencia en los diagnósticos, puede marcar el destino de pacientes que no tienen la posibilidad de buscar tratamiento en el extranjero.
Mientras tanto, en Miami, Damir sigue luchando, con la esperanza de un futuro mejor, aunque la oscuridad haya ganado parte de la batalla.