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COPA DEL REY: FINAL CON ESCÁNDALO

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Sevilla.- Real Madrid desmintió rumores sobre su posible deserción de la final de la Copa del Rey mañana frente a Barcelona en esta ciudad. Esto se debe a la polémica que generaron declaraciones del árbitro designado, Ricardo de Burgos Bengoetxea, sobre una supuesta presión mediática del club «merengue».

«Jamás se nos pasó por la cabeza renunciar a jugar la final», informó en un comunicado en los canales oficiales. Esto ocurrió luego de reclamar la intervención de la Federación Española de Fútbol (RFEF) ante los dichos del árbitro.

«Ante los rumores que circularon en las últimas horas, Real Madrid comunica que jamás consideró no jugar la final porque entiende que las desafortunadas e inapropiadas declaraciones de los árbitros designados, 24 horas antes del partido, no pueden manchar un evento deportivo que será visto por cientos de millones de personas».

«Respetamos a los aficionados que programaron su viaje a Sevilla y a quienes ya se encuentran en la capital andaluza. Consideramos que los valores del fútbol deben prevalecer a pesar de la hostilidad y animosidad expresada por parte de los árbitros designados», agregó.

LA RFEF canceló varias actividades

Según el diario «As», por esta situación, el presidente de la RFEF, Rafael Louzán, canceló la cena oficial. Asimismo, se puso en contacto con los dirigentes «merengues», ante los cuales reconoció en privado su sorpresa ante lo declarado por de Burgos Bengoetxea y su colega Pablo González Fuertes, que estará a cargo del VAR.

En la nota previa elevada a la RFEF, Real Madrid consideró «inadmisibles» sus declaraciones. Le solicitó adoptar «las medidas apropiadas, considerando la gravedad de lo sucedido».

«Real Madrid espera que los responsables de la RFEF y del organismo arbitral actúen en consecuencia para defender el prestigio de las instituciones que representan». Destacaba el reclamo que dio lugar a las especulaciones sobre la posible deserción en la final si se mantenía a la terna arbitral designada.

El Clásico de España entre el «merengue» del italiano Carlo Ancelotti y el «blaugrana» del alemán Hans-Dieter Flick quedó inmerso en una venenosa polémica. El entrenador del Barcelona también terció cuando afirmó que «no es fair-play no respetar a los árbitros».

El Barcelona se impuso dos veces esta temporada

El equipo catalán llega precedido por dos éxitos contundentes previos frente al clásico rival (4-0 y 5-2). Sin embargo, lo que encendió la mecha fue lo que declaró el juez, al afirmar que «el video de Real Madrid TV mete mucha presión y tiene graves repercusiones en nuestras vidas privadas».

«Cuando tu hijo vuelve a casa de la escuela llorando porque alguien le dijo que su padre es un ladrón, es realmente duro. Es una situación absurda», denunció sin poder contener las lágrimas De Burgos Bengoetxea en una inusual conferencia de prensa. En esta conferencia también participó González Fuertes, quien anticipó acciones de protesta por parte de los árbitros.

La protesta llegaría del Real Madrid, que reclamó la recusación de la terna designada (que no fue avalada por la RFEF). Luego desertó de la conferencia de prensa, así como de la cena oficial previa a la final de la Copa del Rey, generando incertidumbre.

Las sospechas que lanzó el «merengue» a través de su canal oficial apuntan a que De Burgos Bengoetxea «no fue designado siquiera en una ocasión para dirigir un partido de la Champions o de la FIFA». Aunque también cuestionó a González Fuertes, apuntando a una «clara y manifiesta animosidad y hostilidad de estos árbitros hacia Real Madrid».

El Madrid y su guerra con los árbitros

El club presidido por Florentino Pérez mantiene desde hace semanas una guerra mediática con la clase arbitral española. Esto se expresa en videos que señalan presuntos errores perjudiciales para su equipo», como señaló en su denuncia Bengoetxea. Según él, «hay colegas que prefirieron bajar de categoría para no tener que soportar esta presión».

«Debemos proteger a los árbitros», dijo Flick. Destacó que «la gente quiere ver los partidos, a los jugadores y no el resto» y anticipa que Barcelona «es un equipo joven y saldrá a la cancha mañana a divertirse». Más allá de que el próximo miércoles jugará frente a Inter la semifinal de ida de la Champions.

Para ese duelo, perderá al goleador polaco Robert Lewandowski, quien sufrió una lesión en el bíceps femoral de la pierna izquierda. Esto lo deja en duda para la revancha del martes 6 de mayo en Milán.

En finales de la Copa del Rey, Real Madrid llega con ventaja de cuatro triunfos contra tres derrotas ante su clásico rival. Este lo superó por última vez hace 35 años, en la que animaron en Valencia en 1989-90, cuando el «blaugrana» era entrenado por el legendario Johan Cruyff.

Madrid ganó los dos últimos pareos en Copa

En las últimas dos que animaron (2011 y 2014) celebró el «merengue». En la segunda de ellas ya era entrenado por Ancelotti, que también lo dirigía cuando celebró por última vez en el torneo en 2022-23. Derrotó en la final a Osasuna en La Cartuja, escenario de la final de mañana.

Fue el vigésimo festejo de Real Madrid por Copa del Rey, 11 menos de los que ostenta Barcelona. Este último es el más laureado del torneo que, al mando del neerlandés Ronald Koeman y con el argentino Lionel Messi como capitán (autor de un doblete), celebró su última consagración en 2020-21, goleando al Athlétic de Bilbao, también en Sevilla.

Para Real Madrid y para Ancelotti, la de mañana es vital en una temporada en la que se despidió de la Champions (perdió sus dos partidos por cuartos de final frente al Arsenal, rival del PSG en semifinales). En la Liga marcha a cuatro puntos del líder Barcelona a cinco fechas del final.

Muchos suponen que de lo que suceda mañana dependerá la continuidad del italiano, que tiene contrato hasta junio de 2026. A pesar de que el propio interesado aseguró que se siente tranquilo, los rumores de un malestar del plantel con el DT continúan. (ANSA)

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