CON ESTE GOBIERNO Y ESTA CONSTITUCIÓN NO HAY SUEÑOS EN CUBA

Por Javier Bobadilla ()

La Habana.- La Gaceta Oficial GOC-2024-O78 tiene 4 faltas de ortografía en la página 82 del documento digital, 1254 según el índice, Sección E, artículos 41 y 42. Dos en cada uno. Las mismas. Repetidas.

Yo no sabré nada de leyes, pero cuando veo escrito «belirio» en lugar de «berilio», es como si me dieran una galleta.

Ahí dejé de leer, y empecé a escribir esto. Y no pienso terminar de leérmela. Ni me voy a leer más ninguna gaceta de cosas económicas, aunque los socios me sigan llamando y mandándome la gaceta nueva por WhatsApp.

– çAsere, mira esto nuevo que están haciendo, están locos! Esto afecta al nosequé de la nosequecosa…

– ¡Asere, mira esto que sacaron! Esto va en contra de la contrapelusa adoptada en el año 2019 y de la modificación de la disposición del 2021.

– ¿Asere, viste el yatusabe que tienen con el precio del queseyó? Eso es para hacer catarsis en el ciclo de la metatranca, y que el exceso de circulante se vaya por la tangente.

Que conste que, de estos aseres, algunos son aseres de verdad. Aseres de sentarnos con una botella en el medio a arreglar el mundo. Gente que quiero y respeto, con un profundo conocimiento de la economía, el derecho y la historia.

Pero asere, ya.

¿Qué parte de que «El sistema socialista que refrenda esta Constitución es irrevocable» tú no entendiste?

¿»Los ciudadanos tienen el derecho de combatir por todos los medios, incluyendo la lucha armada, cuando no fuera posible otro recurso, contra cualquiera que intente derribar el orden político, social y económico establecido por esta Constitución»?

¿»En ningún caso resultan reformables los pronunciamientos sobre la irrevocabilidad del sistema socialista»?

¿»La empresa estatal socialista es el sujeto principal de la economía nacional»?

¿En qué parte de eso cabe que tú ibas a tener una empresa, que ibas a crecer, que ibas a prosperar, y finalmente a ser feliz haciendo lo que te gusta?

Yo no veo que quepa. Y no es que yo sea el salvaje, ni el que más sabe de matemática ni de predicciones. A mí también me jamaron al principio. Yo también me creí el cuento. Y el que se quejó entonces, ni siquiera se quejó por razones objetivas. Se quejó por el viejo y confiable instinto animal de que lo que nunca ha sido va a seguir sin ser, y que me digan lo que quieran.

Lo que pasa es que yo nunca he tenido dinero como para apostar, y aunque lo tuviera, siempre he sido demasiado conservador, porque yo también padezco de aquel instinto animal. Y al no tener apuesta, puedo ver la realidad mucho más nítidamente, en 8K y 120Hz. No tengo proyecto al cual decirle adiós. No tengo familia que mantener. No tengo esperanzas que perder. Me enseñaron que para salir a pelear tienes que estar muerto de antemano.

Toda mi vida pensé que la corrupción era más fuerte que la locura. Yo entendí que todo aquello estaba puesto en la Constitución, pero que era así como que «vamos a poner esto aquí, para que el espíritu de Fidel se esté tranquilo», no como que «esto va a ser socialismo hasta que el último de ustedes se muera de hambre y de enfermedad». Resultó ser la segunda opción, que es un acto de total enajenación, pero que se veía venir desde hacía meses. En sus mentes, el país necesita una sola MIPyME importadora y mayorista para funcionar, ya existe, y ya sabemos de quién es.

Ni a la tienda china la dejaron levantar cabeza. Nadie, nadie, nadie, nadie…

Asere, la locura es una cosa bella de ver. Entiende, claro, que yo veo esto desde otro punto de vista. Yo estoy viviendo en una película interactiva, en una obra de teatro inmersivo. Yo vi aceptar la constitución con aquello escrito, porque «detrás vendrán otras cosas nuevas». Yo he visto justificar a un tipo que está jugando para todos los bandos y para ninguno, con «me sirve porque es un cambio, y está sentando un precedente».

Eso es la locura. Hacer lo mismo y esperar un resultado diferente. Apostar contra ti mismo, esperando que el Universo corrija la trayectoria. En esta obra de teatro que yo estoy viviendo, todos los personajes están locos.

Pero don’t worry, hay gente que está mucho más loca. Hay quien todavía me dice que la democracia no se come, que los partidos políticos no se comen, que las votaciones no se comen. Hay gente sin comida que me dice, en mi cara, que la libertad no se come. Toda esa gente está completa y totalmente fuera de sus cabales.

Y no se dan cuenta de la tanta perra pinga que estaban hablando hasta que llegan al yuma. Si llegan.

¿Y los americanos? Te voy a decir, asere, que los americanos te están jamando también. Tanto si tienes cuadre con ellos como si lo quieres tener. La Embajada de los EEUU en Cuba es un Social Club. Hacen unas fiestas buenísimas, y si les caes bien te invitan; y si te ven futuro, te dan hasta visa. Porque ellos también necesitan banderas que enarbolar, para su democracia y sus elecciones. Pero siempre y cuando hagas tu papel. Y si eres bueno, y no te portas mal, y nunca nunca nunca hablas de política, entonces te resuelven un trabajito de vez en cuando, para que te ganes un salve.

Esto tiene su poco de despecho también, porque a mí ni me invitan a las fiestas ni muchísimo menos me dan visa, válgame el Señor. Así que cuando Trump cierre la embajada, no me voy ni a enterar.

Yo estoy contigo. Donde yo me pare diré que estoy completamente en contra de la irrevocabilidad del socialismo, y que el único camino posible a la estabilidad económica y -quién sabe si un día-, al progreso y la prosperidad, es la empresa privada.

Pero, asere, con este gobierno y esta constitución, si yo estoy soñando con ser presidente y tú con ser empresario, tú estás más loco que yo.