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CARLOS LAZO, ¿TIENES LECHE?

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Por Oscar Durán

La Habana.- No tengo leche para mi hijo. Desde hace 20 días se me acabó. Aquí donde vivo ya anunciaron atrasos en la entrega e informaron de algunas medidas para aprovechar la reserva y proteger a los “más vulnerables”. Mi niño, al parecer, no entra dentro de esos vulnerables y el capitán Ernesto, el encargado de atenderme por la Seguridad del Estado, ha sido bastante chantajista: “cuando te pague la CIA, cómprala en la Mipyme”.

Hoy es uno de esos días en los que quisiera ponerle una bomba al edificio del Partido Provincial o al Ministerio del Interior. Soy un tipo pacifista, pero ya no doy más. Tengo mucha rabia por dentro. Ni un vaso de leche hay para alimentar a un infeliz de ocho años. Estamos al límite, mientras ellos -los dirigentes- andan como si nada, de reuniones en reuniones y de giras internacionales con magnates árabes.

Estoy al escribirle a Carlos Lazo, esa mascota del régimen con cara de tipo bueno. Quisiera saber si Puentes de Amor tiene contemplado repartir leche dentro los próximos días porque la dictadura solo garantizará el líquido a los infantes de cero a seis meses y 29 días de nacidos, hasta nuevo aviso. Si esto no es el fin, está bastante cerca.

Aquí les dejo un ejemplo de cómo está llegando el fin de la sociedad cubana, según el periódico El Invasor, de Ciego de Ávila:

—Niños de 0 a seis meses, se mantiene la entrega de leche en polvo como hasta ahora.

—Niños de siete meses a dos años, 11 meses y 29 días, recibirán un litro de leche fluida diariamente.

—Niños de 3 años a 6 años, 11 meses y 29 días, recibirán ½ litro de leche y se les asignará, además, una cantidad de refresco instantáneo vitaminado, en producción actualmente, para compensar el equivalente a la leche que dejarán de recibir en el mes.

—Las embarazadas mantienen la misma asignación como hasta ahora.

—Las dietas especiales por enfermedades crónicas de la infancia recibirán igualmente ½ de litro de leche y el complemento de refresco.

Ya lo vieron, no se enteraron por una “bola”: refresco instantáneo vitaminado para un niño de tres años. Si Carlos Lazo ya leyó esto, me imagino que entienda, de una vez y por todas, que aquí se está sufriendo como nunca y no vemos la luz por ninguna parte.

No le echemos la culpa al bloqueo, ese comodín de siempre. Los problemas del cubano tienen un solo nombre. Se llama dictadura y su apellido es castrista.

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