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Por Carlos Cabrera Pérez
Madrid.- El dólar yanqui ha encontrado en los compañeros Miguel Díaz-Canel Bermúdez y Manuel Marrero Cruz sus mejores aliados posibles, porque en cuanto abren la boca, ¡zúabana!, el vil metal sube como la espuma en la cerveza de barril bien tirada.
Que el presidente y el primer ministro tardocastristas sean los mejores agentes del dólar estadounidense, confirma la esquizofrenia a la que somete el comunismo a la mayoría de los cubanos, que cobran en devaluados pesos y deben comprar artículos de primera necesidad en la moneda del útil y rentable enemigo.
Hasta hace poco, el gris DOR y sus agentes de influencia mendicantes culpaban a los compañeros de El Toque, pero no hay peor enemigo de los cubanos que la casta verde oliva y enguayaberada, repartidora de hambre y carencias al por mayor.
Nada es más cobarde que el dinero y, cada vez que los capataces de Birán, S. A., le dan a la sinhueso y anuncia que van a controlar lo incontrolable, ponen en aprietos al descapitalizado Banco Central (BC), que no es banco, porque carece de dinero; ni central, porque no rige nada, solo es otra estructura al servicio de los guardias viejos y la hornada de camilitos y cadetes prosirios, que están viviendo los mejores años de sus vidas.
Rara vez, los problemas de un país empobrecido se resuelven en una junta de guayaberas y charreteras, que son feroces olimpiadas de mentiras y medias verdades, porque la caña está a tres trozos y el vaso de guarapo carísimo y -fuera de la guara- hace un frío del carajo y la vela.
En vez de andar erizando a sus víctimas y parloteando en espacios made in Aló presidente, Díaz-Canel y Marrero deberían hacer votos de silencio a ver si el dólar, al menos aminora su vertiginoso asenso y la mayoría de los cubanos sufre algo menos con las agresiones del comunismo de compadres.
Después de tanto nadar, el castrismo ha muerto en la orilla y pidiendo remesas from imperialismo por señas; aquel territorio libre en América devino en descampado insolidario y más atado que nunca a los vaivenes del vil metal.