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ARLEEN Y DÍAZ-CANEL: DIÁLOGO DE UNA TARDE DOMINGO

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Por Jorge Sotero ()
-Hola, Presidente. ¿Sucedió algo?
-Buenas tardes, Arleen. Ya te he dicho que no me llames más ‘presidente’. O al menos no cuando estemos solos, lo mismo en persona que por teléfono.
-Ok, Díaz… estoy preocupada. Si pasó algo o hace falta hacer algo, no importa que sea mi día libre. Ya sabes que siempre estoy dispuesta.
-Yo creo que deberíamos vernos en cualquier lugar, o al menos hacer una llamada múltiple con Leticia, porque tenemos que salirle al paso a un debate que está proponiendo un economista que no conozco, con Arturo López-Levy, del cual me alertó Lis hace un minuto, y que está cogiendo fuerza en las redes.
-No he visto nada, presidente. O perdón, Díaz… no he visto nada. Me he pasado el día en la cama, porque el día de la marcha metí el pie en un hueco y tengo un esguince de tobillo. O al menos eso me dijo el ortopédico amigo. Me orientó hacer unos días de reposo. Pero puedo llevar el Twitter desde acá, sin problemas.
-Intenta, entonces, averiguar quién es ese que está emplazando al amigo Arturo a un debate público, con un moderador académico. Tiene que estar loco… espera… me dice Lis ahora que se trata de un tal Mauricio de Miranda.
-Ese no vive en Cuba. No podemos evitar que sostenga un debate con otro. No hay cómo cortarle el internet, incluso ni con apagones. Anda por Colombia, porque es profesor de una universidad de por allá…
-¿Lo conoces bien?
-Sé que es un hombre muy preparado, muy culto. De esos que pueden hablar de cualquier tema, desde deportes hasta cine y ballet, y por supuesto, de Economía, que es su fuerte…
-¿Y no pudiéramos rescatarlo para la causa?
-Presiento que no. Es amigo de la doctora de Matanzas, Alina Bárbara. Juntos forman el equipo editorial de CubaxCuba, la publicación online esa que, como tú dices, nos tiene puesto el dedo.
-Pero a ese seguro que se lo come de un bocado Arturo…
-No. No creo que sea tan fácil. Arturo está muy preparado, pero Mauricio es una enciclopedia, alguien con mucha capacidad de análisis, muy mesurado, capaz de devolverlo el golpe a Arturo.
-Tengo la publicación en la mano…
-Yo también… Ya veo que Mauricio está molesto con Arturo, porque este quiso que se refirieran al bloqueo a la hora de hablar de la situación económica de Cuba…
-Y el otro no quiere. Dice que hay sanciones, pero que no hay bloqueo. Ni que él supera de eso, viviendo lejos de Cuba y, si te descuidas, pagado por la CIA. Debe ser uno más de los odiadores, uno de esos que no con capaces de reconocer nuestras conquistas…
-¿Conquistas, has dicho…?
-¿Tú lo pones en dudas, Arleen?
-No, yo no pongo en duda nada. Si ya vamos para 66 años de revolución es porque algo debimos haber hecho…
-Pero es verdad que en esos años que me ha tocado a mí dirigir es difícil encontrar algo bueno, cuando no sea las vacunas contra el covid.
-De las vacunas es mejor ni hablar, Díaz. Nadie cree en la efectividad de nuestras vacunas. Es mejor que no lo tomes como una conquista, porque si nos sacan la cuenta de los muertos por covid…
-Es bueno que seas crítica conmigo, pero sin exagerar tanto. Por cierto, tenemos que hacer algo para que ese debate que propone el Amauri ese y Arturo no se dé. No nos conviene, porque puede generar mucha visibilidad.
-Díaz, no es Amauri. Es Mauricio. Mauricio de Miranda Parrondo.
-Vaya nombrecito que le pusieron… y los apellidos me suenan a conde o barón… esas cosas… ¿Y entonces… No se te ocurre nada?
-Yo creo que deberíamos pasarle un mensaje a Arturo para que no entre a la provocación… aunque el provocador fue él.
-Si se complica la situación y el debate se da, que es probable, no tendremos forma de desmontar todo lo que dirán, seguro que con razón, y tendremos que apelar a alguna jugada maestra para que no tenga tanta visibilidad.
-¿Cómo qué?
-Correr una bola sobre la enfermedad de alguien, alguna destitución, o sacar de nuevo a Sandro.
-¿Tú crees…?
-Yo sí creo, pero el que no quiere es Sandro. Le dijo al primo después de la marcha que el pueblo le está cogiendo odio a él, y que él no ha hecho nada malo en contra de la gente, que a los que se les ha ido la mano ha sido a su abuelo, al hermano, y a los hijos de ambos, y al otro nieto, al que tú sabes.
Leticia no responde, pero ya con esto que hablé contigo, Arleen, tengo una idea del tal Amauri. Siempre hay que estar preparado, por si estoy en una conferencia de prensa y me preguntan…
-¿Confe queeeé?
-Rueda de prensa… vaya, Arleen, no seas criticona…
-Mario, coñoooo, pero si no has dado una en casi siete años. Y eso que te hemos dicho que eso te ayudaría…
-Es que no está en mí. A veces le temo a las preguntas. Si fuera contigo, con Leticia, con Alina Perera, René Tamayo, Héctor Martínez, no hubiera problemas, pero los periodistas extranjeros preguntan antes que todo por los presos políticos.
-¿Y? Les dices que no hay. Haces como hizo Raúl cuando la visita de Obama: dijo que le mostraran una lista.
-¿Y si la lista la tienen ellos?
-Haces como Fidel… les viras la tortilla. O te pones a hablar de música, del bloqueo, de los intentos de atentado, de lo que quieras.
-Para ti es muy fácil. A mí nunca me hicieron un atentado, ni lo intentaron.
-¡Alégrate…!
-Claro que me alegro. No me gustaría estar en esa situación. Por cierto, ¿te apetece tomarte un wisky?
-Estoy tomando diclofenaco, por lo del esguince… pero yo creo que no hace nada queme tome una copita… ¿Me mandas a buscar o voy?
-No. Yo llamo a Seguridad personal y digo que te recojan. Así comemos juntos…
-Nos vemos ahí, presidente… jajajaja. ¿Y Leticia?
-No. Leticia ya no viene acá. La última vez trajo las niñas y se ponen insoportables. Además, a la señora de la casa no le cae bien Leticia, porque dice que ella tiene algo conmigo. Hasta un recorte de prensa me mostró.
-Allá tú. Nos vemos ahí. Y de ahí llamo a Arturo y le digo que no debata con nadie sobre el tema del bloqueo, que es una orientación tuya.
-Así mismo… para debatir el tema Cuba y el bloqueo está la Mesa Redonda, con Randy de moderador, que es un maestro en eso, aunque está un poco feo… Te espero… Chao.

 

 

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