
Newsletter Subscribe
Enter your email address below and subscribe to our newsletter
Por Anette Espinosa ()
La Habana.- Millones de familias cubanas -allende esta capital, claro- sufren apagones de hasta 20 horas al día, pero la prensa afín al gobierno habla de fortalecimiento del sistema eléctrico, citando al primer ministro, Manuel Marrero.
Con el título «Destacan avances en el fortalecimiento del sistema eléctrico de Cuba», la oficialista agencia Prensa Latina inicia este domingo las informaciones sobre lo que ellos creen que ocurre en Cuba.
El referido apela a Manuel Marrero, de quien dicen que afirmó que «la recuperación del Sistema Electroenergético Nacional es una prioridad para el país, motivo por el cual se están ejecutando diversas inversiones».
Según PL, «durante varios encuentros con productores de la provincia oriental de Holguín, el jefe de Gobierno aseguró que se trabaja con intensidad: ‘Estamos desvelados en continuar con las inversiones, con los parques (solares), en ir reduciendo ese apagón'».
Marrero, cada vez que tiene un tiempo, se va a Holguín, a encontrarse con familiares y buenos amigos que aún tiene en aquella provincia, donde nació y donde tiene sus negocios, y esta vez no fue la excepción.
Además, cuando se da dos tragos, que se los da siempre, y se encuentra algún medio de esos que hacen de voceros, deja alguna pincelada.
Esta vez, dicen los medios, «dialogó con trabajadores y pobladores de la región sobre la necesidad y la urgencia de adoptar una actitud más proactiva ante los difíciles momentos que atraviesa el país».
Como Díaz-Canel -el habitual encargado de visitar lugares intrascendentes regresaba de Rusia, a donde fue a olerle ‘las partes’ a Putin- «Marrero visitó la vaquería El Vapor, donde indagó sobre los niveles productivos de la entidad y las dificultades que frenan su avance».
Como siempre, al ceboso primer ministro lo acompañaron «autoridades de la provincia», con quienes visitó un molino de piedra, que casi nunca trabaja por falta de combustibles, o de áridos.
También estuvo en una finca de autoabastecimiento que, si acaso, solo da para los dueños y para mandarle algo a la hermana de Marrero. Y luego, se fue a comer carne frita, rociada con jugó de limón y a tomar wisky, algo que hace todos los días.
Para congraciarse, envió un saludo a las madres cubanas, las mismas que no tienen qué cocinar, cómo hacerlo si ‘consiguen’ algo, o las que tienen a sus hijos presos porque él, sus jefes y la camarilla gobernante quieren mantener su estatus, su buena vida y lujos.