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Por Redacción Internacional
Ciudad Victoria.- Un incendio de gran magnitud arrasó este miércoles varios rascacielos residenciales en el distrito de Tai Po, en Hong Kong, dejando al menos 44 fallecidos y 279 personas desaparecidas, según reportes preliminares de las autoridades.
El siniestro se originó a las 14:51 hora local en el complejo Wang Fuk Court y se clasifica como de nivel cinco, la categoría más alta del sistema de emergencias de la ciudad. Más de 700 bomberos están desplegados para intentar controlar las llamas, visibles desde gran parte del distrito.
Las imágenes difundidas mostraron columnas densas de humo gris y fuego extendiéndose rápidamente por la fachada de los edificios, que estaban en proceso de renovación. De acuerdo con el Departamento de Bomberos, la propagación del incendio se vio favorecida por los andamios de bambú instalados alrededor de las torres. La estructura, comúnmente utilizada en obras de construcción en Hong Kong, dificultó las labores de extinción en los primeros minutos del evento.
Entre las víctimas mortales se encuentra el bombero Ho Wai-ho, de 37 años, hallado inconsciente aproximadamente media hora después de que se perdiera contacto con él durante la operación. Las autoridades señalaron que las elevadas temperaturas dentro de los edificios, así como la presencia de escombros, complicaron el acceso a los pisos superiores. También se reportaron explosiones internas y fallos en los ascensores, lo que incrementó las dificultades para evacuar a los residentes.
La policía informó que dos directores y un consultor de una firma inmobiliaria están detenidos bajo sospecha de negligencia grave. Investigadores señalaron la presencia de paneles de poliestireno bloqueando ventanas y el uso de materiales de baja calidad en las áreas en renovación, los cuales pudieron haber contribuido a la rápida propagación de las llamas. La mayoría de los apartamentos afectados se encontraban ocupados por residentes de edad avanzada, según declaraciones de un concejal local.
Wang Fuk Court, construido en 1983, está compuesto por ocho bloques residenciales que albergan cerca de 4.600 personas. Siete de ellos resultaron afectados por el incendio. Las autoridades evacuaron edificios cercanos, cerraron carreteras y establecieron refugios temporales para los desplazados. Aunque la mayoría de los residentes logró salir, aún no se ha confirmado cuántas personas permanecían dentro de las torres al momento del inicio del fuego. La investigación sobre las causas permanece abierta.