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Miami.- Los Yankees gastaron todos sus cartuchos el viernes. A pesar de batear mucho, cayeron ante los Marlins. Y el golpe los dejó anonadados. Tanto que este sábado se fueron sin carreras, para su segunda derrota al hilo.
El derecho Eury Pérez y tres relevistas los dejaron apenas en dos hits: un doble de Ben Rice y un sencillo de Giancarlo Stanton. Y nada más. Una sola vez se acercaron al home. Fue Trent Grisham, quien intentó anotar con el hit de Stanton en el primer inning. Pero lo masacraron en home: la pelota llegó cuando él estaba a mitad de camino.
De ahí para adelante, solo otro hit y cero tras cero.
Mientras, el designado Agustín Ramírez se cebó con el abridor Cam Schlittler y le mandó dos pelotas a las gradas. Con esos batazos, llegó a 17 cuadrangulares en la lid y a 50 remolcadas. Nada mal para un chico de 23 años que juega en los Marlins, un equipo al que aseguraron 100 derrotas y que, sin embargo, juega casi para .500.
Nada, que a los Yankees les está fallando siempre algo: cuando batean, el pitcheo no responde; cuando los pitchers están bien, falla la ofensiva. Y a veces la defensa. O hasta el mal corrido en las bases, porque este sábado les sorprendieron a dos corredores en bases: Grisham camino a home y Jazz Chisholm en la inicial con un inofensivo elevado de Paul Goldschmidt.
Para evitar otra barrida, Aaron Boone contará mañana con el dominicano Luis Gil, quien hará su primera presentación de la temporada. Gil reaparece luego de varios meses lesionado y tras una semana de recuperación en las menores.
Aaron Judge aún solo regresará para la serie contra los Rangers. Y más vale que vuelva pronto, porque hay días en los que se extraña demasiado. Este sábado fue uno de esos.