Newsletter Subscribe
Enter your email address below and subscribe to our newsletter

Por P. Alberto Reyes Pías ()
Evangelio: Mateo 24, 37-44.
Camagüey.- El Adviento es un tiempo que necesita empezar a ser vivido de prisa, porque ya sabemos que, más temprano que tarde, su espíritu de conversión quedará absorbido por el fascinante brillo de la Navidad.
En sentido general, el Adviento es una llamada a la revisión de nuestro discipulado, pero eso no quita
que pueda enfocarse hacia temas más específicos, y una propuesta para este Adviento podría ser la paz.
¿Cómo hacer para generar a mi alrededor un ambiente de paz? ¿Cómo hacer para transmitir paz? He aquí algunas sugerencias:
1.- Cuida el modo de hablar: Habla con respeto, sin gritos, sin insultos, sin frases hirientes.
2.- Presta atención al que te habla: Deja de mirar el móvil y deja de seguir haciendo cosas cuando el
otro te habla.
3.- Pide perdón rápido y sin excusas, evitando inventar justificaciones. Cuando cometemos un error, lo
que más ayuda a la paz es un simple: “Lo siento, perdón”.
4.- Agradece lo pequeño: Da gracias por la comida que te han preparado, por la habitación que te han
limpiado, por cada favor y cada detalle recibido, sea de viva voz, sea dejando alguna nota o mensaje de
agradecimiento.
5.- Haz pequeños actos de servicio: Sirve sin que te lo pidan, recoge algo que no te toca, ayuda en un
trabajo que no es tuyo… Sé capaz de preguntar siempre: “¿En qué puedo ayudar yo?”.
6.- Respeta los tiempos y espacios del otro: Toca a la puerta de una habitación que no es tuya, no uses
las cosas personales de otro… Acepta que el otro a veces necesita silencio o estar solo.
7.- Maneja los conflictos sin herir: Habla de los problemas cuando todos estén tranquilos y no cuando
todavía se está alterado o molesto por lo que ha pasado.
8.- Siembra buen ambiente cada día: Saluda siempre, sonríe lo más posible, haz comentarios amables,
date tiempo para compartir pequeños momentos (un café, una comida, una oración, un paseo…).
9.- Evita chismes y críticas por detrás. No alimentes conversaciones donde se hable mal de alguien que
no está. Recuerda la regla que dice “Habla del ausente como si estuviera presente”. Y si algo te molesta,
háblalo directamente y con respeto con la persona indicada.
10.- Ora: Ora cada día por las personas con las cuales convives. Reza antes de conversaciones difíciles
y pide a Dios calma y palabras de paz.
“Ven, Señor Jesús, y sé nuestra paz: en mi corazón, en mi familia y en mi comunidad”.