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La batalla de Solzhenitsyn contra el totalitarismo

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Por Edi Libedinsky ()

Mientras servía en el ejército soviético en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, Aleksandr Solzhenitsyn escribió una carta a un amigo, en la que criticaba a Josef Stalin y la conducta de Stalin durante la guerra. La carta fue descubierta por las autoridades de inteligencia soviéticas y Solzhenitsyn fue condenado a ocho años en un campo de trabajo. Al finalizar su condena, fue enviado al exilio interno en la zona rural de Kazajistán. Allí experimentaría una transformación filosófica y religiosa que transformaría el resto de su obra.

En 1956, Solzhenitsyn fue liberado del exilio y se le permitió regresar a Moscú, donde enseñó en un colegio y comenzó a escribir en secreto su novela Un día en la vida de Iván Denísovich, que describe la vida en un campo de trabajo estalinista.

En 1960, Solzhenitsyn se arriesgó a mostrar el manuscrito a un editor soviético. Como Jrushchov intentaba purgar a la Unión Soviética del estalinismo, aprobó personalmente la publicación del libro, que se convirtió en un gran éxito. Sin embargo, Solzhenitsyn no permaneció mucho tiempo en el favor del público. Sus obras posteriores fueron prohibidas por ser “anticomunistas” y, tras la destitución de Jrushchov, Solzhenitsyn fue considerado una “no persona”, y el KGB asaltó su hogar y confiscó sus manuscritos.

Durante ese tiempo, Solzhenitsyn estaba escribiendo en secreto su Archipiélago Gulag, una obra en tres volúmenes sobre la vida en los campos de trabajo soviéticos, escondiendo partes del manuscrito en las casas de varios amigos. En 1973, después de que el KGB localizara y confiscara una de las tres copias del manuscrito, Solzhenitsyn logró que una copia microfilmada fuera sacada del país y en diciembre fue publicada en París.

El exilio y el retorno

Las autoridades soviéticas se sintieron algo restringidas en lo que podían hacer con Solzhenitsyn, quien había recibido el Premio Nobel de Literatura en 1970 y era una celebridad internacional. El Politburó consideró condenarlo a cadena perpetua, pero en su lugar lo deportaron a Alemania Occidental. Solzhenitsyn se trasladó a los Estados Unidos, donde vivió y trabajó durante casi 20 años. Aunque alababa y admiraba la libertad y los valores democráticos occidentales, criticó a Occidente por no valorarlos, devaluarlos y malgastarlos. También criticó la debilidad cultural de Occidente y su pérdida de fundamentos religiosos y espirituales.

Tras la caída de la Unión Soviética, Solzhenitsyn regresó a Rusia, donde fue recibido como un héroe. Murió en agosto de 2008, a los 89 años.

Aleksandr Isayevich Solzhenitsyn nació el 11 de diciembre de 1918, hace ciento siete años hoy.

“La línea que separa el bien del mal no pasa por los estados, ni entre clases, ni entre partidos políticos tampoco —sino justo a través de cada corazón humano— y a través de todos los corazones humanos. Esta línea se desplaza. Dentro de nosotros, oscila con los años…. Si tan solo hubiera personas malvadas en algún lugar cometiendo insidiosamente actos malvados, y solo fuera necesario separarlas del resto de nosotros y destruirlas. Pero la línea que divide el bien y el mal corta el corazón de cada ser humano.”

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