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Yo también soy Peter Pan (y mi Nunca Jamás es Caibarién)

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Por Víctor ovidio Artiles ()

Caibarién.- Hay infinidad de personas defendiendo sus derechos de creerse lo que les da la gana. Así puede encontrarse seres que se asumen como binarios, autos, panteras y un etcétera larguísimo. Yo, en uso de mis facultades me declaro Peter Pan.

Empiezo a numerar mis razones y la primera es que me da la real gana. A partir de esa máxima puedo decir que la razón que empezó a motivarme fue la ausencia prolongada de mi sombra a partir de las siete de la noche. Al principio no le di importancia pero es que mi sombra lleva conmigo toda la vida y de pronto se me pierde y eso es preocupante.

Pueden decirme que de día sí tengo sombra, que no hable basuras. Pues, no sé realmente si de día tengo sombra o no porque me arden tanto los ojos de casi no dormir que a lo mejor está a mi lado y no la veo. Bueno, en fin, si de día tengo pues me falta mi sombra nocturna y vale igual para creerme Peter Pan.

Por otra parte nunca jamás he dormido en mi cama, nunca jamás he usado el calentador, nunca jamás he comprado carne de cerdo, nunca jamás he tenido una salida recreativa, nunca jamás he cocinado con gas, nunca jamás me he afeitado con luz de verdad, nunca jamás he puesto nada en la parte inferior del refrigerador, nunca jamás he visto la TV más de dos horas, nunca jamás he tenido el frente limpio, nunca jamás he podido dejar abiertas la puerta y las ventanas, nunca jamás…

Ni Peter Pan puede alardear de Nunca Jamás como yo. Por otra parte, y no menos representativa, el compañero Peter (Pedri como le decimos cariñosamente) es famoso por mantener a los chamas en un juego donde todo es posible, donde son felices a pesar de todo, donde hay que unirse para combatir al pirata, donde Campanita es la única luz, donde puedes volar si lo quieres con el corazón.

Pues los chamas conmigo también creen vivir en un juego de varios niveles, donde soy el héroe, donde les hago creer que comprar un dulce de maní en doscientos pesos es algo sencillo, donde combatimos a corsarios y piratas y bucaneros y basureros y charcos infernales donde los mosquitos son los que tragaron relojes, donde nuestra única Campanita es una lámpara inventada para repartir luz y donde podemos volar hasta el techo en la caza indiscriminada de mosquitos. Ni James Matthew Barrie hubiese inventado un Peter Pan como yo.

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