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Los hombres tenían un código de honor

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Por Datos Históricos

La Habana.- En 1808, París fue testigo de uno de los duelos más insólitos de la historia. No fue con espadas, ni pistolas al amanecer… sino en el aire.

Los protagonistas eran dos caballeros franceses: M. de Grandprée y M. Le Piqué. Ambos estaban enamorados de la misma mujer, una bailarina llamada Mademoiselle Tirevit. Oficialmente comprometida con Grandprée, había sido descubierta en compañía de Le Piqué, y el honor exigía una resolución.

Pero en lugar de un duelo tradicional, decidieron llevar la disputa a los cielos. Tras un mes de preparativos, el 3 de mayo de 1808, subieron cada uno a su globo aerostático, acompañados por un ayudante y armados con arcabuces. La multitud, que creía asistir a una demostración de vuelo, no sospechaba que contemplaba un combate por amor y orgullo.

A unos 800 metros de altura, Le Piqué disparó primero… y falló. Grandprée respondió con puntería mortal: la bala atravesó el globo de su rival, que cayó estrepitosamente sobre un tejado junto a su acompañante. Grandprée, en cambio, descendió lentamente, aclamado como vencedor de aquel duelo suspendido en las nubes.

Fue un gesto extremo y trágico, donde el amor, el honor y la vanidad se mezclaron con la novedad de la tecnología. Una historia que parece sacada de la ficción, pero que ocurrió en pleno corazón de París, demostrando hasta qué punto los códigos de honor podían llevar a los hombres… incluso al cielo.

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