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La Ley de Ajuste es para refugiados no para emigrados estomacales
Ahora que inmigración está revisando a todo cubano residente o ciudadano que regresa alegremente de visitar Cuba y dándoles advertencias de regreso definitivo, es que esa legión de idiotas y críticos de Trump se va cayendo de esa nube de ignorancia y bravuconería que exhiben en redes.
Los abogados de inmigración que hasta ayer insuflaban ánimos y mentiras a sus clientes desesperados por la Green Card. Ellos ahora ya han tenido (al fin) que reconocer en entrevistas que es así como llevo años diciéndolo junto al maestro Ulysses Pereira.
Desde que el Congreso de EE.UU. aprobó la Ley de Ajuste Cubano, se especificaron claramente dos condiciones. Primero, haber nacido en la isla —ojo— después del primero de enero de 1959, cuando se instaura la tiranía castrista. Y segundo, para ajustar estatus migratorio a refugiados cubanos.
Si vamos al diccionario, tanto en inglés como en español, un refugiado es, y cito: Persona que, a consecuencia de guerras, revoluciones o persecuciones políticas, se ve obligada a buscar refugio fuera de su país.
En inglés, que es el que interesa al sistema migratorio, es: “A refugee is generally defined as a person who has been forced to leave their home country due to a well-founded fear of persecution based on race, religion, nationality, political opinion, or membership in a particular social group.”
Bienvenida la mano dura
Entonces, ¿cómo convencer a un oficial de inmigración de que volviste al país del cual tuviste que irte para buscar “refugio” en EE.UU.? Respuesta: no puedes. Estás violando la ley por la cual te hiciste residente legal o ciudadano. O, en el peor de los casos, mentiste para lograr el ajuste, delito penado por la ley.
Ahora que Trump está recrudeciendo las leyes migratorias, la inmensa mayoría de cubanos recién llegados, o de las últimas generaciones, creen erróneamente que el presidente y los servicios migratorios están violando un supuesto derecho de ajuste que NO ES TAL. Jamás leyeron la ley ni mucho menos la respetaron.
No. Trump no es un singao (hijo de mujer de vagina alegre). No. Singaos son todos los que han venido sin tener problemas con la tiranía y siguen regresando. Son todos los que han creado un mal precedente. Este está cerrando las puertas a muchos cubanos de adentro que sí están perseguidos y necesitan refugio.
A ese punto hemos llegado. Merecen un escarmiento. Bienvenida la mano dura, para que el cubano aprenda lo que es la Ley y el Orden como bien común y no como ganancia personal.
