OVNI EN GUANTÁNAMO, HURACÁN EN PINAR DEL RÍO

Por Oscar Durán

La Habana.- De un extremo a otro, así va terminando el cubano un 2023 bastante nefasto. Aunque todavía quedan cuatro meses para culminar el año, ya hemos pasado por todo. Solo falta que nos caiga un meteorito, parta a la isla en dos y nos ponga a todos en lo más profundo del Mar Caribe. Así saldríamos, en primer lugar, de tanta miseria. Sería un descanso en paz, después de tantos años aguantando a un gobierno diabólico y sufriendo los embates de la naturaleza.

Hace unos días, varios guantanameros del municipio Baracoa vieron un objeto extraño alumbrando el cielo. Como las torres del estadio Nguyen Van Troi no se encienden desde que estaban rodando la novela Pasión y Prejuicio, los lugareños solo atinaron a pensar en un Objeto Volador no Identificado (OVNI). Y uno se pregunta: “contra, tan grande que es el planeta, ¿por qué pasan esas cosas extrañas en Cuba?” No me creo eso de que el destello de luz era un lanzamiento de un cohete desde Cabo Cañaveral. Hay fenómenos extraterrestres interesados en saber cómo viven los cubanos, o tal vez, quieren invadir la tierra y no tocar a nuestra querida isla porque los marcianos que la gobiernan ya la tienen destruida.

Pero no solo tenemos presencia de OVNI, la naturaleza también nos regaña bastante. Ahora los pobres pinareños están soportando los embates de un fenómeno meteorológico llamado Idalia. Sin recuperarse aún del pasado huracán Ian, donde impactó fuerte en las tierras pinareñas y acabó con el fondo habitacional de varios municipios, los habitantes de la tierra del mejor tabaco del mundo vuelven a sufrir con ráfagas de vientos superiores a los 100 km/h.

Mañana o pasado veremos de nuevo a Miguel Díaz-Canel con su caravana de autos de BMW o en helicóptero llegando a Sandino. La gente, con sus casas en el piso y los colchones mojados, comenzarán a gritar “Pa´ lo que sea Canel, pa´ lo que sea”.

No encenderé el televisor para ver esas imágenes. Me dará vergüenza. Los cubanos ya no sabemos lo que vamos a hacer con nosotros mismos. Es triste nuestra realidad. Hoy fue un huracán en Pinar, mañana puede ser un tornado que arrase con El Condado, en Villa Clara. ¿Cuál será nuestro futuro? Si viniera un OVNI, aterrizara en el medio del Capitolio y nos llevara a todos, sería fantástico. Cuando digo a todos, no incluyo a Esteban Lazo. Lo dejaremos amarrado en el Capitolio frente a un cuadro de Fidel para que sea el Comandante quien lo zafe, lo alimente y le dé una vida plena que millones de inocente nunca pudimos tener.