Por Guillermo Rodríguez Sánchez
Ciego de Ávila.- La alegría inundó a esta familia de dos mujeres, mamá que cuida a la nené discapacitada y abuela que limpia casas por ahí y hace de todo para buscar los pesos que están durísimos.
¿El motivo?, pues que gracias a todas y todos ustedes que pusieron su aporte llegué a esa humilde casita con la lavadora que tanto necesitaban.
Allí me estaba esperando Verona Bonce nuevamente en complicidad, quien les hizo creer que yo me iba a aparecer con una sencilla panetela cuando en realidad era el electrodoméstico.
Mañana es el cumpleaños de la nena, creo que este regalo llega justo a tiempo.
La suma total recogida peso a peso fue de 70 mil, salí con eso a buscar lavadora pa’ la calle, había algunas de uso, pero yo quería sacarla de la caja delante de ellas, sé que tú también lo habrías querido así.
Entonces un amigo chofer de mototaxi me indicó una Mipyme con mejores precios, allá fuimos y sorpresivamente la dueña me reconoció y dijo lo siguiente:
«Si esto es para obsequiar a alguna persona necesitada te haré una rebaja».
Fue así como en vez de 90 mil, costó 75 mil el dispositivo, esa diferencia de cinco respecto a lo recogido la puse yo de las ganancias de mi libro en Amazon.
Y qué mejor foto para este post que la típica, ya saben que casa donde haya niño o niña es casa donde alguna vez se metieron a jugar en la lavadora.
«Bendiciones infinitas a toda la gente que nos ha ayudado tanto», esas fueron las palabras de la abuela cuando iba de salida en medio de una risa que casi era llanto.
Acércate, acércate al teléfono que te voy a transmitir el mismo afecto que recibí de esa preciosa nena.
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