Por Ulysses Pereira ()

Toronto.- Estupefacto por los anuncios de las tarifas que Estados Unidos impone a Canadá, su vecino y mayor socio económico, me entero que una de las razones es el tráfico de Fentanilo.

Alejado, como soy, del tema de las drogas, he escuchado el término, pero no había profundizado en lo del fentanilo y qué efectos causa.

Algunas lecturas al respecto me han informado. Pero también, para mi sorpresa, me he enterado de que Canadá juega un papel muy importante en el tráfico y consumo de esta sustancia.

China es el principal productor de fentanilo y sus precursores químicos. Antes de 2019 grupos canadienses importaban fentanilo y lo enviaban a Estados Unidos. Actualmente hay más de 100 grupos (según la policía canadiense) que se dedican a este tráfico dentro del territorio canadiense con laboratorios ilegales que lo sintetizan, usando los precursores que vienen de Asia, con grandes bases de tráfico, especialmente en British Columbia, una provincia conocida por su abundante población asiática y sus lazos con China.

Canadá no es un gran productor, pero sí un punto clave en el tráfico hacia Estados Unidos, usando una extensa y poco vigilada frontera. También Canadá enfrenta una gran crisis de consumo de estas sustancias siendo, el fentanilo la principal causa de muerte por sobredosis.

En estos momentos los precursores para fabricar la droga vienen de México y la India, ante las estrictas medidas del gobierno chino, después del 2019, para controlar el flujo de precursores químicos, para la producción de drogas que, como dijimos, el epicentro es la Columbia Británica donde hay un gran movimiento de pandillas criminales que mezclan el fentanilo con heroína, cocaína y metanfetaminas, creando una crisis de opioides sin precedentes.

Estas pandillas canadienses tienen estrechos vínculos con cárteles mexicanos en el tráfico hacia Estados Unidos y, aunque en menor escala, han creado rutas de tráfico hacia Estados Unidos, estables y sistemáticas.

Aunque el gobierno canadiense se precia de combatir esta situación, sus medidas son débiles y poco efectivas, con penas irrisorias a los delincuentes y creando puntos de consumo seguros para los adictos y distribución de naloxona, que es un fármaco que salva vidas y que revierte los efectos de los opioides como la heroína y el fentanilo.

En resumen, sí, Canadá está profundamente involucrado en el tráfico de fentanilo como punto de tránsito y consumo, con redes criminales que producen, procesan y distribuyen la droga dentro y fuera del país.

Por tanto, no está mintiendo Donald Trump. Las autoridades canadienses, con la inercia que los caracteriza y con la visión del asunto de nueve años de gobierno liberal, débil y permisivo con este problema, no lo han combatido con la energía debida.