SIN AZÚCAR NO HAY PAÍS

Por Jorge de Mello

La Habana.- Como en muchos otros hogares cubanos, en el nuestro nos quedamos sin azúcar blanca, pues hace tiempo no la venden en las bodegas del Estado, donde único se podía adquirir a través del absurdo sistema de racionamiento.

Esta mañana salí a intentar comprar azúcar, después de andar bastante la encontré en un pequeño comercio de la calle 23. El precio desproporcionado y el hecho de que es importada resulta muy, pero muy significativo y grave.

Ningún cubano hubiera imaginado que en nuestro país íbamos a tener que comprar un paquete de azúcar con una etiqueta que dice «Granulated Sugar,» y tampoco que el mismo costaría casi el doble de la pensión mensual de un trabajador jubilado.

Al tomar la foto no pude evitar recordar un slogan muy repetido durante mi infancia, convertido ahora en una simbólica sentencia: «Sin azúcar no hay país.»