EN LA AGRICULTURA CUBANA SOLO CRECEN LAS JUSTIFICACIONES

Por Pedro Monreal (El Estado como tal)

La Habana.- La Mesa Redonda sobre la Agricultura fue una de las más insulsas. El título de la nota de prensa revela exactamente lo que está mal: una política agropecuaria centrada en el “control” y no en la liberación de fuerzas productivas. Novelería político-ideológica a espaldas de la realidad.

Que la agricultura sigue en crisis no es noticia, como tampoco lo es la incompetencia gubernamental para sacar al agro de su prolongada crisis. Lo nuevo parece ser el énfasis en la quimera de que es “lograble” producir más con déficit de combustible, equipos e insumos.

Una de las “perlas” de la Mesa Redonda fue lo que parece haber sido la alabanza a un Ministerio de Agricultura que ha pasado de tener 2 funciones a tener 14, con 15 delegaciones provinciales y 161 delegaciones municipales. Una burocracia que es mayormente prescindible.

Se continúa “ninguneando” a un sector privado que, siendo crucial, la burocracia no se atreve a darle el calificativo de “columna” que aplica al ministerio y a empresas estatales. Es parte de la obcecación ideológica que explica la irrelevancia de la política agropecuaria.

El problema con la alegada centralidad del efecto negativo de las restricciones económicas de EE.UU sobre el agro cubano es que pudiera tener mucho más peso el irracional patrón de inversiones del agro, que es el resultado de una cuestionable decisión interna.

De haberse mantenido la inversión agropecuaria al nivel que se registró en 2014 de 8,1 por ciento de la inversión total del país, el acumulado de inversión agropecuaria en 2021-2023 hubiera sido 12 mil millones CUP superior a la inversión realizada.

El eventual déficit de inversión de aproximadamente 12 mil millones CUP en apenas tres años -reflejo de una decisión oficial- es un factor causal de la crisis agropecuaria cubana sobre el que no se ha escuchado autocrítica pública del gobierno cubano.

Si alguna actividad productiva en Cuba tiene capacidad para remontar la crisis acudiendo al fomento del sector privado y el mercado, es el sector agropecuario, pero la causa de la inacción oficial no es un enigma: el apego a un fracasado esquema de planificación centralizada.