Por Robert Prat ()
Miami.- El sacerdote cubano Alberto Reyes, de la parroquia de Esmeralda, en la provincia de Camaguey, consideró este viernes que Cuba vive uno de los momentos más duros y más difíciles, con diferencia, en muchos años.
«Parecería que es un momento terminal… la comida es un problema, los precios disparados, los precios… la vida es muy difícil. Yo siempre recalco el problema de los medicamentos… todo es muy difícil», dijo el padre, popular en las redes sociales, en una entrevista a Martí Noticias.
Reyes hizo hincapié en la dura situación con los medicamentos y contó anécdotas sobre «el drama que vive el pueblo en el orden material. En el orden espiritual, creo que estamos viviendo momentos de mucha desesperanza, porque la sociedad civil en Cuba se siente indefensa».
«Todas las veces que el pueblo cubano ha intentado algo, la represión ha sido brutal, ejemplarizante. La gente tiene miedo y el gobierno tiene miedo, porque sabe que ha perdido el corazón del pueblo», resaltó.
«Evidentemente, hay un gobierno que está maniatando a un pueblo que no lo quiere, y que hay un pueblo que quiere otra cosa y que espera la oportunidad de quitárselos de encima. El gobierno sabe que ha perdido el corazón del pueblo y por eso está tan a la defensiva ante cualquier reacción», insistió.
También dijo que «la gente, obviamente, tiene miedo porque es una sociedad civil indefensa. No hay leyes que protejan. Cuando hay una acusación del gobierno no hay nada que se pueda hacer».
Para el popular sacerdote, eso es solo un aspecto, «lo otro es lo que se llama daño antropológico: un déficit de valores a nivel social, racional, y es muy común el maltrato verbal, la agresividad por cualquier cosa, y si le sumamos los apagones y todo este entramado, es un momento que hace muy dificil la vida en estos momentos».
En la entrevista realizada por Mario Pentón, Reyes Pías se refirió al éxodo de los cubanos y dijo que en otros tiempos «la migración era una opción, pero en este momento todo es irse, irse».
«El ambiente es ‘cómo me voy, cómo me voy’… en todas las edades. Y también hay una generación de personas mayores que han contemplado la emigración. Las iglesias se han vaciado y se han vaciado, sobre todo, de jóvenes».
Ante la pregunta de cómo se vive la crisis en el campo, dijo que «es muy duro, porque las situaciones de vida son más duras. Muchos de mis pueblos tienen calles de tierra, y eso significa que vives entre el polvo y el fango… y son pueblos donde, en muchísimos de ellos, no hay asistencia médica».
En los lugares apartados no hay «asistencia médica. Y en lo que se localiza una ambulancia y llega, la persona se murió. Y la educación ha ido decayendo en todo el país. En Esmeralda, que no es de los peores, te puedes encontrar a una niña que dice que no va a estudiar, porque a la hora del examen el maestro viene, pone la pregunta y dicta la respuesta. Y entonces se preguntan para qué estudiar».
«Los maestros no dan clases», dijo el cura, quien cree que las generaciones cubanas no tienen futuro. «Esto en los campos se ve mucho en este momento. Estoy hablando de mis campos y no es tan sencillo el término de la comida. Hay una idea de que como es el campo el que no tiene una gallina tiene un puerquito, pero no se puede matar una gallina o un puerco todas las semanas. Pasan mucha necesidad, pasan mucha hambre», insistió.
