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LAS COSAS DE MI PAÍS

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Por Anette Espinosa ()

La Habana.- Cuba es un país de incongruencias, de cosas inexplicables, de esas que solo puedes entender si eres cubano y vives dentro o fuera, pero no si naciste en otros lugares de este mundo, porque ni aunque te lo expliquen le encontrarías el hilo conductor, como sucede con el caso que les contaré a continuación.

Iris Noris Reinas apela a las redes sociales para criticar el accionar de la Empresa Eléctrica, que es como criticar al gobierno, porque en Cuba todo pertenece a los que gobiernan, pero, a la vez, no quiere enfilarle los cañones a los dirigentes y apela a sus orígenes, al areté familiar para demostrar que ella no tiene nada contra la revolución y que su reclamación no tiene nada que ver con política.

“No me importa nada de política vivo mi vida como pueda y hasta donde pueda, para que cuando lean esto no lo tomen ni como contrarrevolución ni otra cosa, lo hago como humana y a lo cubano. Soy ama de casa y con un niño de 18 años, no tengo familia afuera ni tengo negocios es decir no soy millonaria”, dice.

Y a mí me asalta la primera duda: Es ama de casa, lo cual quiere decir que no tiene una entrada de dinero, que no recibe de ningún negocio, ni se lo mandan de fuera, pero deja una ‘puyita’ a quienes tienen su propio emprendimiento o reciben remesas, porque esos, según su versión, son millonarios. Mal por ella, muy mal, y aunque no me interesa de qué vive, sería bueno que no considerará “millonarios” a quienes reciben dinero de la familia o se lo ganan en cualquier negocio.

Puede ser una imagen de 1 persona, sonriendo, cerveza y textoLuego cuenta sus problemas con la empresa eléctrica, los pagos que hizo y lo que le quieren hacer, lo que pretenden cobrarle por deducciones de la entidad encargada de cobrar por el consumo de electricidad, y lo que le respondieron en las oficinas en las que fue a hacer su reclamación, entre esas respuestas aquello de que “primero pagas y después reclamas”.

Eso me recuerda la doctrina militar: las órdenes se cumplen y luego se reclaman. Mal por la empresa eléctrica, y muy mal por la persona que la atendió, porque Iris Noris, que no quiere problemas, que dice antes que proviene de una familia de revolucionarios, para que no le vayan a enfocar los cañones, defiende un derecho: el de pagar solo lo que consumió. Así de sencillo. Y nadie puede obligarla a hacer lo contrario.

“Me dirijo a la empresa eléctrica y hablo con la administradora y le explico lo antes dicho, la respuesta es ‘tienes que pagar y después reclamar o hubiera venido antes’, revisa en su computador y sale de que esos dos meses que yo pagué están como vivienda cerrada y que entonces ellos hacen un ajuste y ponen entonces que tengo que pagar 1 año que es lo que me vino 6504.00 pesos”, así como lo cuenta.

Luego se le sale eso que los cubanos llevamos dentro, porque nos lo inculcaron desde el primer día, lo de chivatear sin sentido: “No sé dónde va parar esto y no me importa lo que vaya a pasar pero está bueno ya de descaro. Hasta cuando seremos los culpables de todo. Entonces cabe mencionar y se lo digo en sus caras, ves a muchos trabajadores de la empresa eléctrica dándose una buena vida. Me preguntó de dónde tanto si un salario no alcanza ni para comprar el arroz del mes”.

Mete en el mismo saco a todos los de la Empresa Eléctrica, muchos de los cuales son unos corruptos, que vienen a vender imanes, a proponerte coimas para cobrarte menos por el consumo de electricidad, a decirte que Fulano o Mengano tienen los cables que necesitas para una instalación y que los vende a tanto, cuando son los mismos que entran al referido lugar, pero que los venden por fuera.

Puede ser una imagen de termotanque y textoAl final, vuelve a esconderse. Actúa como la famosa Gatita de María Ramos, aquella que tiraba la piedra y escondía la mano: “Millones de quejas por años existen de ese sector y cada día es peor. ¿Cómo es la cosa? Me abstengo, no estoy con nadie, estoy conmigo, pero la verdad la digo donde quiera y me paro donde quiera. No estoy difamando de nadie es lo que he visto, no estoy poniendo carteles, ni estoy manifestándome, solo estoy expresando en mi cuenta de Facebook lo sucedido. Según ellos tengo que pagar y después reclamar”.

Al final, su reclamación carece de valor, porque se desenfoca todo el tiempo, porque dice y no dice, porque reclama y no lo hace, porque culpa y no culpa, porque ve responsables donde deben estar otros, porque dice que no debe nada y sí, mucho, porque critica a otros por tener remesas o emprendimientos, porque dice que no teme a nadie y está aterrada.

Este es uno de esos casos que demuestran, de manera fehaciente, porqué Cuba es un desastre, y porqué los que gobiernan y dirigen hacen y deshacen sin que pase nada, porque los propios que padecemos de sus caprichos, nos comportamos como conejos y nos morimos de miedo a la hora de reclamar.

Nada, son las cosas de mi país.

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