Por Gretell Lobelle ()
Mantilla.- ¡Qué imagen más fuerte y premonitoria! Esa imagen representa nuestro destino. Cuba cae ante Cuba, y no es solo una metáfora; es nuestro estigma, nuestro sino en estos días y en los futuros que se avecinan.
No se puede borrar tanto ego, altanería, desidia y mala saña sin transitar por las enseñanzas que, como pueblo, debemos aprender.
A este pueblo le falta humildad. Ha entregado demasiado, aferrándose a utopías y a la vagancia, atrapado en las falacias de un aldeanismo que nos limita y la locura de los elegidos.
Estamos condenados y presos de nuestra propia soberbia, de la egolatría que nos hizo creernos superiores. Desde el deseo de poder en el ámbito más inmediato hasta aquellos que deciden destinos, los poderosos que emergen del propio pueblo.
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