Por Robert Pratt
Miami.- El otrora segunda base de los equipos Habana y Agropecuarios Oscar Macías Hernández volvió a tener problemas en Miami y la Policía del condado de Miami Dade lo detuvo, luego de que atacara a varios hombres con un machete.
Los sucesos ocurrieron en la mañana del jueves en el Home Depot de la 127 y la 88 del SW, y en un vídeo de las cámaras de seguridad del lugar se puede ver a Macías atacar a las personas, a la última de las cuales logra golpear.
El agredido comentó a América TV que el otrora pelotero “llegó con un machete amenazando a la gente que va a matar. Tiene a todos asustados, a todo el mundo aquí. Ha estado preso dos o tres veces, pero acá ha cortado a personas y le ha dado golpes a muchas personas”.
Ahora está detenido, acusado de agresión, agravada con un arma mortal, resistencia al arresto e invasión a la propiedad privada.
El otrora pitcher de Grandes Ligas René Arocha, a través de un post en Facebook, lamentó la situación de Macías, de 53 años de edad, y mientras recordaba que ya estuvo en prisión por problemas similares, destaca que ha vuelto a caer en hechos de violencia. Al final, le pide que se levante y no desperdicie segundas oportunidades.
Los comentarios en el post, que se acercan a los 200, reconocen la calidad del segunda base, oriundo de Güira de Melena, pero recuerdan que siempre fue una persona introvertida, de un carácter muy raro y que resulta muy difícil ayudarlo, algo que ya intentaron hacer algunos amigos, pero que terminó todo en un fracaso.
Entre quienes lo ayudaron hace cerca de un año, cuando la comunidad cubana lamentaba su situación de deterioro y el abandono que vivía en las calles de Miami, estuvo su otrora compañero de equipo con el Habana, Abel Miranda, quien lo llevó a su casa y le dio trabajo, pero al final las cosas no salieron bien y la relación se rompió.
Macías, cuentan los que lo conocen bien, pasa todo el tiempo en la calle y solo toma café y Coca Cola, además de que, en las cercanías del Home Depot donde tuvo el altercado, se pasa los días ofendiendo a las mujeres y a los hombres.
Personas que lo conocen y que lo han ayudado, insisten en que no consume alcohol, ni drogas, y tampoco fuma, y que solo necesita ayuda médica, pero en la situación en que se encuentra es poco probable que pueda recibirla.
Macías se enfrenta ahora a una condena de cárcel, que no sería la primera para una persona que era adorada en Cuba, pero que no ha salido de un rollo para entrar en otro, desde que llegó a Miami, hace ya más de 10 años.
