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AUN CUESTA CREER LO DEL TRIUNFO ANTE EEUU EN BALONCESTO

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Por Fernando Clavero

La Habana.- Juro que me cuesta digerirlo. Incluso pienso que no es verdad. Me parece imposible que un equipo cubano de baloncesto haya podido vencer a uno de Estados Unidos, aunque sea solo uno ahí, cualquiera, formado por cuatro chicos del Bronx, dos veteranos de Savannah y unos estudiantes de cualquier universidad.

No es normal. Tanto es así que, desde hacía 53 años, previo a los Panamericanos de Cali 1971, una escuadra de la isla no terminaba delante de una estadounidense. Y no hay nada que lamentar con eso, porque se trata del país con el mejor baloncesto del mundo, con diferencia casi infinita sobre el segundo, y más aún sobre Cuba que ocuparía -si hubiera un ranking- uno de los últimos puestos.

La historia: tocaba ventana FIBA y todo el básquet paró, menos el de la NBA, por supuesto. En Estados Unidos hicieron un equipo y salieron para La Habana. Total, dirían, allá siempre se gana. El deporte en la isla está muerto, pero algo pasó que los chicos que venían enfundados en el uniforme que una vez usaron Michael Jordan y Larry Bird, perdieron. Un 81-67 incontestable supo a gloria a los jugadores cubanos. Nada más.

Siempre hubo por ahí quien intentó sacar partido de la victoria, aunque los más claros pasaron de largo. Lo dijeron y ya. «No hay que hacer leña del árbol caído», me dijo el vecino de al lado, un viejo oficial retirado de las Fuerzas Armadas que no sabe nada de deportes y menos de baloncesto y lo único que tiene en un cabeza es que los Estados Unidos son los malos y vencerlos siempre es importante. Lo demás no le interesa. Creo, incluso, que como todas las tardes, se tomará hoy una botella de ron para festejar. Y seguro que hasta me invita.

No voy a entrar en nombres. No quiero justificar. Si alguna victoria no me ilusiona nada es esa del baloncesto. Este ha sido uno de los deportes más golpeados en Cuba y quienes lo practicamos alguna vez no encontramos ni un aro donde tirar unas pelotas. Pero son cosas que pasan en el deporte y siempre habrá alguien que se ilusione con un intento de levantón que yo -lo juro de nuevo- no veo por ninguna parte.

Eso sí, Cuba alineó a sus mejores jugadores. O casi a los mejores: algunos profesionales con presencia en presente o pasado en clubes de Europa, y en la escuadra estadounidense había algunos veteranos que pasaron por la NBA, pero alguien me dijo que estaban más preocupados por irse a una discoteca que de jugar al baloncesto.

La victoria de Cuba no fue la única sorpresa de la Ventana FIBA. Cambiante, pues se disputó en mitad del curso y con la posibilidad de poder jugar los Euroliga. Pero el ritmo es vital y se vieron sorpresas grandes. En América, Chile ganó (79-77) a Argentina… en un partido en el que se coló un perro en la cancha. Colombia hizo lo propio (67-64) con Venezuela.

Incluso, las sorpresas también llegaron a Europa: Bélgica batió a España (58-53). Bulgaria, con Miller-McIntyre, director de juego de Baskonia, a la campeona del mundo Alemania (67-62), y Portugal, otra poco habitual, a Ucrania (77-79).

Nada de eso, sin embargo, fue comparable a lo de Cuba. Ya tendrán para escribir algunos.

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