Por Ricardo González Arias
La Habana.- En las medidas económicas recién anunciadas hay deficiencias tácticas y estratégicas.
Es un movimiento táctico absurdo subir en 2024 precios, tarifas, aranceles e impuestos y aún así proyectar un déficit fiscal que DUPLICAsu valor respecto a enero de 2023. Es una jugada peligrosa que alimentará una nueva ola de desequilibrios monetarios y resolverá NADA.
Pero fuera de esta cuestión (no menor), el movimiento es estratégicamente deficiente porque nos entretiene en debates estériles sobre temas de segundo orden.
Aún con desequilibrios, el principal problema de Cuba sigue siendo de modelo productivo. Intentar estabilizar sin corregir a la par deficiencias productivas es únicamente posible haciendo pagar a la sociedad un coste excesivamente alto por ello. Este es un camino que se debería evitar a toda costa.
Resulta central que las medidas de estabilización que se diseñen se articulen a reformas productivas profundas, caso contrario la efectividad de lo que se implemente será nula, o peor, agravará la situación corriente. Mucho se ha escrito y discutido en Cuba sobre las reformas productivas. Es el momento oportuno de actuar.