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Por Carlos Cabrera Pérez
Madrid.- Ha muerto en Miami, Juanita Castro Ruz, a los 90 años, idéntica edad a la que murió su hermano Fidel, en 2016.
Le sobreviven Emma y Raúl, que sigue siendo el mayor, de quienes fueron quedando de la saga Castro Ruz, pues la primera tiene 88 eneros y el segundo 92 junios.
Leeremos perfiles y necrológicas de quien se dice fue reclutada por la CIA, como reconoció hace algunos años, en unas memorias que publicó con la ayuda de María Antonieta Collins.
Salvo que lo hayan trasladado, en el sótano del templo Masónico Nacional de La Habana (Carlos III casi esquina con Belascoaín), permanecía inmovilizado un Mercedes cuña propiedad de Juanita Castro y que no se tocaba, salvo para limpiarle el polvo y alguna tarea de conservación. Ritos castristas.
Tiene pocos kilómetros y podría valer un dineral en el mercado de coches clásicos, pero ¿quien le pone el cascabel al gato, antes que muera Raúl que, esta vez, no podrá dar rienda suelta a su pasión funeraria porque su hermana fallecida este lunes en Miami, dejó claro que no quería volver a Birán, ni muerta?
Por tanto, su nicho permanecerá vacío, como el que ahora aguarda a Raúl Castro Ruz en el Cerro de la Mícara y a su hermana Emma en la finca Manacas, pero la más mexicana de la saga no ha publicado su última voluntad, aunque siempre mantuvo lazos familiares con todos sus hermanos y sirvió de puente durante la enfermedad de Fidel, de cuya muerte Juanita no se alegró y, cuando dos autores intentaron presentar sendos libros denigrando a su padre, el patriarca Ángel, arrancó para los actos, con un Colt 38 en la cartera.
En paz descanse, Juanita.