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Y FUERON DOS CENTINELAS LOS OJITOS DE MI MADRE…

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Por Tania Tasé ()

Berlín.- Hoy es día de las madres en Cuba y muchos otros lugares del mundo, y yo tenía preparado un texto amable con fotos tiernitas para las madres de mi familia, presentes y ausentes. Hoy no lo postearé, he decidido relatar lo que me cuenta una madre cubana que ha defendido a sus hijos y luchado por ellos.

Aquí lo que me ha relatado Yanaisy Curbelo en horas de la madrugada mía:


Cerca de las doce de la noche del viernes 9 de mayo de 2025, Yanaisy va acompañada de su hijo menor de edad (16) Jesús, al parque de Santos Suárez a comprar cigarros. Ella saluda a conocidos y sin percatarse que había un operativo de la PNR (vaya usted a saber para qué!), le dice al niño que compre los cigarros para ella y un refresco para él.

Apenas había caminado Jesús un par de metros fue detenido, esposado e introducido con violencia en una patrulla. Ella corre hacia los agentes y trata de explicarles que se trata de un menor de edad que no ha hecho nada malo, que lo suelten y se lo devuelvan. Los agentes no la atienden y ella misma intenta sacar a su hijo del auto policial, ellos se lo impiden y ella recibe durante ese forcejeo empujones y arañazos.

En busca de su otro hijo

Ella corre a casa, despierta a su otro hijo Brandon Becerra Curbelo (preso excarcelado del #11J ) para que la acompañe a la unidad de Aguilera a buscar a Jesús.

Corren hacia allá y entonces es detenido también Brandon. Ella decide plantarse frente a la estación de policía y exigir que liberen a sus dos hijos. Denuncia y pide ayuda en Facebook por el abuso y atropello que sufren.

Amenaza públicamente con quedarse desnuda y gritar Patria y Vida. Se quita la blusa y en efecto, grita Patria y Vida, hasta que llega el «que la atiende » de la inSeguridad del Estado. Recibe amenazas de que a Brandon lo van a revocar su libertad condicional por estar en la calle pasada la medianoche, mientras ella intenta explicar desesperada que el chico estaba durmiendo en su cama cuando detienen a su hermano.

«Como nada más te pase por la mente revocar a Brandon, me vas a tener que picar en pedacitos o me vas a tener que encerrar con él», le grita. Ellos saben que yo no les tengo miedo, yo no tengo nada que perder, yo sólo tengo a mis dos hijitos en esta vida. Y ellos aprenden a respetar cuando una se les enfrenta», me cuenta con voz aún alterada por todo lo vivido.

Golpes, multas… silencio

Puedo sentir su angustia y también su decisión. Ella tiene razón: tuvieron que soltar a Brandon, aunque con una multa de 30 pesos, no se sabe muy bien impuesta a razón de qué delito o contravención.

Pero no se van a casa, todavía queda detenido el pequeño Jesús, a quién ella sabe que han golpeado. Lo mantienen muchas horas preso, hasta que al final lo liberan. La intención era mantenerlo encerrado hasta el lunes, pero como su madre se mantuvo firme en su decisión de no marcharse sin él, lo tuvieron que soltar.

Le imponen a este niño una multa de cinco mil pesos por ¡escándalo público! Ella dice que no pagarán esas multas porque son injustas. Jesús cuenta cómo recibió golpes en la cabeza mientras lo transportaban en la patrulla y luego dentro de la propia unidad de Aguilera. Tiene mucho dolor en un brazo y marcas en todo el cuerpo. Además de que le rompieron la ropa.

Al final de nuestra conversación, Yanaisy me dice con mucha amargura y tristeza: «El parque estaba lleno de gente que me conoce, pues yo soy nacida y criada en ese barrio. Todos vieron lo que pasaba y lo que nos hicieron. NADIE se movió. NADIE dijo nada. NINGUNA persona hizo algo para ayudarnos.»

Hoy esta madre pasará su día curando las heridas de los cuerpos y las almas de sus dos hijitos. Y eso sólo es posible porque los defendió como una leona.

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