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¿VOY BIEN, CAMILO?
Por Esteban Fernández Roig
Miami.- Este no es un trabajo para atacar a Camilo Cienfuegos y mucho menos para defenderlo. Yo detesté y sigo detestando al Ejército Rebelde en pleno. Se trata de un análisis a través de mi espejo retrovisor para hacerles una queja y una exhortación a quienes todavía lo quieren y defienden.
Varios factores contribuyeron a exaltar su figura: la novatada y error de Castro de auparlo con su “¿Voy bien, Camilo?”. Fallo que subsanó después. Todavía existía una prensa incontrolada que lo llamó “El señor de la vanguardia”, el “Héroe de Yaguajay” y lo elevó sin ton ni son. Su personalidad afable y risueña; y por último, por la ingenuidad del pueblo cubano en ese instante.
Eso llevó a muchísimos cubanos a endiosarlo y a considerarlo -sin base alguna- mejor que los demás; y todavía a estas alturas tiene muchos simpatizantes.
Y yo pregunto y he preguntado durante 64 años: Si tanto lo quieren: ¿por qué nadie ha pedido, ni pide ni le exige al desgobierno cubano que aclare su muerte, que busque y encuentre los restos de su avión?
Nadie ha tenido el valor de demandar el esclarecimiento del supuesto accidente. Ni inclusive su malvado hermano llamado Osmany dijo ni pío.
¿Por qué ni el más recalcitrante amante de Camilo no pide una explicación? La respuesta es muy sencilla: porque hasta el gato sabe que lo mataron Fidel, Raúl y Ramiro, por HPs, celosos y egocentristas.
