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Por Patxi Morales ()
Santa Clara.- Los pobladores de Villa Clara no ganan para sustos, luego de un crimen más, que ha sembrado el terror en los habitantes de la provincia, tras un asesinato múltiple en Tajadora, muy cerca de donde ocurrió otro hecho atroz hace unos meses.
A pesar del silencio gubernamental, la población, a través de las redes sociales, y de uno en otro, a viva voz, se ha enterado de los hechos, o al menos de una parte de ellos, ocurridos en las cercanías del poblado de Picadora, aledaña municipio de Santa Clara, por la carretera que va a Sagua la Grande.
En el lugar fueron encontrados los restos desmembrados de una mujer, cuando el perro de un vecino de la localidad fue visto con el brazo de la víctimas en su boca, en tanto los cadáveres de un hombre y una niña, de la misma familia, aparecieron después.
La familia vivía en Sagua la Grande, y la mujer ha sido identificada como Meivis Díaz Báez, en tanto las otras víctimas eran el esposo y la hija de este, de 11 años de edad.
Hasta ahora, solo se conoce una versión de la policía, la de que el asesinato ocurrió el pasado viernes, y que los cuerpos fueron encontrados por un vaquero, por lo sucedido con su perro.
También circula el rumor de que el asesinato fue encargado desde Santa Clara, por la madre del presuto autor, de nombre Yasmani.
La autora intelectual de la muerte de Yunior, así se llama el hombre asesinado, Meivis y su hija de 11 años Yeilys fueron (supuestamente) Caridad Peraza, la cual reside en los EEUU, y quien, según una publicación en el sitio de revolico de Sagua la Grandes, le envió dinero a su hijo Yasmani (más conocido como El Vendedor de Pan de Corteza Dura) para pagar por la muerte de esta familia.
Los vecinos, que están aterrorizados, no quieren salir de sus casas, tal como pasó meses atrás, en las cercanías de Hatillo, más cerca de Santa Clara, cuando un exrecluso secuestró a un hombre, lo torturó por días y luego lo arrojó, con un peso atado a los pies, a una presa cercana, donde fue descubierto.
Durante muchos días, el asesinó vagó libremente por los alrededores y las personas tuvieron miedo de salir de casa.
En aquella ocasión, el móvil del crimen fue un ajuste de cuentas, porque la víctima estaba con la expareja del asesino mientras este estuvo en prisión.
Mientras estos hecho ocurren la población se queja de que la policía solo tiene combustible y vehículos para perseguir y apresar a los que disienten del gobierno y no para combatir la delincuencia, algo que no es solo patrimonio de Villa Clara, sino de todo el país.