Venezuela: no habrá negociación, solo una salida pactada

Por Hiram Caballero ()

Tras semanas de llamadas sin respuesta por parte de los hermanos Jorge y Delcy Rodríguez a funcionarios estadounidenses, Washington ha roto el silencio con un mensaje inequívoco. La negociación no contempla una transición democrática, sino una salida pactada y segura para los altos funcionarios chavistas.

Según fuentes diplomáticas, el gobierno de Estados Unidos ha ratificado su ultimátum de 60 días. Advirtieron que, de no aceptar los términos, se ejecutará una operación fugaz y milimétrica de detención.

En caso de que dicha operación represente un riesgo operativo elevado, se ha comunicado que los implicados podrían ser eliminados. Todo esto, priorizando la seguridad de las fuerzas aliadas y la estabilidad regional.

Nerviosismo en la cúpula chavista

Dentro del chavismo, el nerviosismo crece. Aunque los líderes intentan proyectar fortaleza ante la población venezolana, en privado reconocen una realidad. El ejército nacional no posee ni la inteligencia ni los medios tecnológicos para garantizar la seguridad de sus altos mandos frente a una intervención externa.

La preocupación se intensifica ante la presencia de un portaaviones estadounidense desplegado en el Caribe. Su capacidad aérea supera tres veces la totalidad de aeronaves operativas de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).

Este desequilibrio estratégico ha encendido las alarmas en Miraflores y ha acelerado las discusiones internas sobre posibles rutas de escape o entrega negociada.

Salida, no transición

A diferencia de procesos anteriores, esta vez la propuesta no incluye una transición política. Se trata de una retirada ordenada de los principales líderes chavistas, con garantías de seguridad personal y condiciones específicas.

La idea de una transición democrática quedaría en manos de actores civiles y fuerzas internacionales una vez concretada la salida del núcleo gobernante.

Silencio oficial. Ni Jorge ni Delcy Rodríguez han emitido declaraciones públicas sobre el ultimátum. Nicolás Maduro, por su parte, ha evitado referirse directamente al tema. Aunque, en sus últimos discursos, ha insistido en la “resistencia revolucionaria” y ha acusado a Washington de “chantaje imperial”.

El reloj corre

Con el plazo de 60 días ya en marcha, la comunidad internacional observa con atención. La cúpula chavista enfrenta una encrucijada histórica: negociar su salida o arriesgarse a una intervención quirúrgica. Esto podría cambiar el rumbo del país en cuestión de horas.