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Por Sergio Barbán Cardero ()

Miami.- Hoy vi el video de este hermano cubano que vive en Chile, y su mensaje me caló hondo. No usó palabras rebuscadas ni un lenguaje adornado; habló como lo hace un obrero, como un hombre de pueblo que conoce el valor del trabajo, del esfuerzo y de la libertad. Y, sin embargo, dijo cosas profundamente bellas, necesarias y valientes.

A veces creemos que para inspirar hay que hablar como un intelectual. Pero no. La verdad, cuando nace del alma, no necesita maquillaje. Este cubano, sin grandes discursos, nos recordó que aunque viva en un país libre, no se siente completamente libre porque le falta su Cuba, su gente. Duele esa verdad.

Él ya conoce lo que es vivir sin miedo, sin censura, sin apagones ni libreta de racionamiento. Y desde esa experiencia, se siente en la obligación de motivar a sus hermanos dentro de la isla para que también luchen por conquistar su libertad. No lo hace desde el odio ni la rabia, sino desde el amor a su tierra y a su gente.

Ver vídeo acá: (https://www.facebook.com/sergio.barbancardero/videos/9367494590039602)

Estoy seguro de que si este valiente cubano fuera convocado a luchar por Cuba, no vacilaría en blandir su machete contra los tiranos. Tiene espíritu de mambí, y como Antonio Maceo, se nota que tiene tanta fuerza en el brazo como en la mente.

Él sueña con regresar a una Cuba libre, y a pesar de tener 48 años, dice que emprendería y aplicaría todo lo que aprendió en este mundo libre. Esa es la Cuba que queremos: una donde cada cubano pueda volver con la frente en alto, aportar, construir y vivir sin cadenas.

Que su mensaje nos despierte. No esperemos más a que otros hablen por nosotros. La libertad empieza cuando dejamos de callar.

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