Enter your email address below and subscribe to our newsletter

UN ESTADO EMPÁTICO

Comparte esta noticia

Por Manuel García Verdecia

La Habana.- A lo largo del tiempo uno oye hablar de planes, proyectos, medidas, rectificaciones, cambios de directivos, sin embargo uno no ve que esto se traduzca en más bienes, facilidades o satisfacciones.

Resulta que la razón de ser de un estado no puede radicar en perfeccionarse a sí mismo para ser y perdurar por encima de las vicisitudes de sus ciudadanos. La esencia de un estado es idear y establecer, guiándose no por alguna ideología preconcebida sino por la propia naturaleza humana, las mejores formas para que los individuos puedan concretar sus sueños y aspiraciones, los propios no los que les diseñe nadie, mediante el esfuerzo y los emprendimientos que sus facultades les posibiliten, sin imponer otras restricciones que las necesarias para asegurar la equidad y evitar que los empeños de unos, incluido el propio estado, limiten los anhelos de otros. Solo la más amplia libertad y la debida autorrealización hacen posible la felicidad.

En tal sentido, es bueno recordar lo que el sociólogo Erich Fromm expone:
‟Olvidamos que, a pesar de que cada una de las libertades que han sido ganadas deben defenderse con sumo vigor, el problema de la libertad es no solo cuantitativo, sino cualitativo, que no solo debemos preservar e incrementar la libertad tradicional, sino que debemos lograr una nueva clase de libertad, una que nos permita realizar nuestro propio ser individual, a tener fe en este ser y en la vida.“ (Erich Fromm: Escape from Freedom, Henry Holt and Company Inc.,New York, 1994, p. 106. Traducción de quien subscribe.)

Deja un comentario