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Por Hiram Caballero ()
Santiago Córdoba es un ingeniero agrónomo paisa que se fue a Costa Rica para hacer su pregrado en la exclusiva Earth University, una institución privada con poco más de 30 años de historia en la que es un reto ingresar y que está tan enfocada en las ciencias agrícolas que ese es el único programa que ofrecen.
Aprendió de exportación de frutas con los israelíes de Managro Fresh hasta que armó su cultivo y con Cetrino mandará la fruta fuera de Colombia.
Al volver a Colombia, Córdoba tenía claro que su vida se la iba a dedicar a la comercialización de frutas y trabajó arduamente para ello. Primero se enfocó en el mango, lo cual lo llevó a manejar dos importantes empresas que se dedican a la comercialización de esta fruta, Managro Fresh y La Hondura.
Luego, en 2020, pasó a supervisar la calidad técnica de dos compañías de ese mismo sector como VK Mangos y Mangos Cantarrana.
Sin embargo, no iba a ser el mango la fruta que lo iba a llevar a lo más alto, sino el limón. Pero no cualquier limón, sino el limón Tahití.
El limón Tahití se ha convertido en uno de los productos colombianos más apetecidos en el extranjero, tanto así que poco a poco se ha ido metiendo entre los principales productos de exportación y ya es una de las cinco frutas con más salida junto con el banano, la gulupa, el aguacate Hass y la uchuva.
Esto es algo que han sabido aprovechar muy bien tanto las grandes comercializadoras como pequeños productores que han crecido a punta de cosechar esta fruta.
Hace dos años decidió crear Cetrino junto con un socio, compró dos fincas en Caldas y comenzó a sembrar todo el limón que pudo. Ahora, espera llegar a los 125 mil árboles para comenzar a mandar su fruta hacia el exterior, la cual seguramente pasará primero por el tren que conecta a La Dorada con Santa Marta.
Su idea es sacar 500 contenedores al año con 13.300 toneladas de limón.
Así es cómo se obtiene ‘la base de todo’ privado.