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CUBA: ESAS COSAS INEXPLICABLES

EL ASILO POLITICO EN ESTADOS UNIDOS

MI EXPERIENCIA Y LOS CICLONES

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Por Jorge Sotero ()
La Habana.- Las noticias contradictorias son propias del régimen cubano y de sus instituciones, y el ministerio del Turismo no escapa de ellas. Por un lado, todo anda mal, y por el otro siguen adquiriendo insumos para hipotéticos vacacionistas foráneos. ¡Inexplicable!
En cualquier momento, con bombo y platillo anuncian la presencia de los dinosaurios que aún quedan con vida, inaugurando la Torre K, cuya operación corresponderá a una empresa española, de esas que han tratado de sacar lascas al panorama cubano por años, cualquiera sabe si con la intención de cobrar lo que les debe la dictadura.
Mientras aguardan por este momento, que tal vez lo hagan en una fecha señalada, como suele hacer el castrismo desde tiempos inmemoriales, la página web del ministerio del Turismo anuncia la llegada de un nuevo lote de ómnibus Yutong, chinos, para respaldar la actividad turística en la isla: recibir a los viajeros en el aeropuerto, llevarlos a los hoteles, sacarlos de ellos y llevarlos a excursiones por otras regiones… cosas así.
Algunos de esos ómnibus lo pondrán al servicio de Díaz-Canel, cuando El Hombre de la Limonada vaya a alguna provincia y no tengan un vehículo en buen estado para mover a su siempre numerosa comitiva. Incluso, para movilizar a los trabajadores del ramo para dar alguna paliza, si alguien en algún lugar -como sucedió en Nuevitas- decide protestar contra el tambaleante régimen castrista.
Mientras, un informe del propio ministerio del Turismo, dice que la cantidad de visitantes foráneos disminuyó casi un 10 por ciento en el último año, y que 2024 fue el peor de los últimos 17 años para la llamada industria sin humos en el país, a pesar de que ellos siguen vendiendo humos -valga la redundancia-, construyendo hoteles, destinando la mayor parte del presupuesto a esas labores y colocando a sus familiares y a los amigos en puestos de importancia en el sector.
Hace unos días, la aerolínea alemana Cóndor advirtió que no volaría más a la isla, porque no le era rentable. Los alemanes ya no quieren venir a Varadero ni a La Habana. Prefieren República Dominicana. Los canadienses están en las mismas, y similar pasa con los de otros países europeos.
Solo llegan en cantidades importantes los rusos, pero todo eso se acabará cuando suene el último disparo en Ucrania y estos puedan volver a Dominicana o a México, incluso a las costas del Mediterráneo, como fue siempre.
Cuba no es un buen destino. Ningún país sumido en la pobreza absoluta es bueno para algo y mucho menos para hacer turismo, porque los extranjeros no llegan al país para pasarse siete días -o tres, o cinco- en la habitación de un hotel, donde, por demás, faltan los alimentos más esenciales y en ocasiones no hay ni agua caliente.
No, los visitantes quieren conocer otros sitios, dialogar con las personas, ver, vivir, palpar la realidad, pero es imposible, a menos que hagas turismo de pastoreo, de ese en el cual un guía te lleva al lugar previsto inicialmente y donde, es de suponer, todo está bien.
El turismo es un reflejo de lo que vive Cuba, con una diferencia: a este sector le ponen dinero, al resto no.
Entonces, me pregunto para qué más hoteles, más ómnibus, más recursos, si todo va cuesta abajo, aunque la cúpula dirigente no se dé cuenta, o no quiera darse, que no es lo mismo, pero se parece bastante.