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TRES DÉCADAS DESPUÉS, LA AMENAZA DE OPCIÓN CERO ES UNA REALIDAD
Por Joel Fonte ()
La Habana.- Treinta años después, la amenaza castrista de la Opción Cero se impone gradualmente… Paso a paso, con diseño metodológico, el régimen cubano va normalizando el absurdo criminal, el lento genocidio, de imponernos una vida tan asfixiante como aquella que Fidel Castro definió en los años ’90.
Lo que eufemisticamente Fidel Castro llamó como Opción Cero, ante la perdida de sus proveedores soviéticos, que dejaron de enviar todo lo que sostenía la economía cubana, y entre ese todo, combustible, aparece ahora y nos adentramos en ella a la velocidad de la luz.
Para su hermano Raúl Castro -el verdadero Poder en Cuba desde las sombras, aunque se jacta con frecuencia de ello saliendo a la luz- , como para Fidel Castro en aquella etapa que edulcoraron con el otro eufemismo de ‘periodo especial’, no está previsto el abandono del trono, ni ninguna otra variante que implique la cesión de los privilegios de una casta que se ha conformado entorno a su apellido, y que está demasiado comprometida con crímenes que les serán exigibles.
Por eso, antes, están dispuestos a matar a una nación entera, a exterminarla.
Los cubanos carecemos ya de lo más elemental para la vida: servicio eléctrico, alimentación, transporte, medicamentos, servicios de salud y educación estables y de calidad, servicios de agua, proyectos de viviendas, infraestructura de higiene…
La sociedad vive en un completo desamparo y abandono, sin posibilidad alguna, además, de desatar sus propias energías y capacidades, porque el diseño de régimen totalitario se lo prohíbe: la iniciativa privada está proscrita porque les supone una amenaza.
En un contexto así, el pueblo tiene que elegir entre la lícita rebeldía, o perecer.
Basta de tolerar injusticias. ¿No más dictadura en Cuba.
